Conferencia de Neville Goddard – Fecha: 23-07-1968
No dejes que nadie te diga: “Él está ahí afuera y tiene tal apariencia.” No hay ninguna representación personal en las Escrituras, respecto a Jesucristo. No hay ni un pequeño pensamiento mencionado respecto a cómo es su apariencia. Aun así, nuestras iglesias tienen cientos y cientos de pinturas, ninguna igual a la otra. Cada uno te dice que así es como se ve Jesús. Pero Él se ve igual a ti. Como se te dice en las Escrituras: “Aún no se ha manifestado lo que habremos de ser. Pero sabemos que cuando Él se manifieste, lo conoceremos.” ¿Por qué? “Porque seremos como Él.” (1ra. de Juan 3:2) Exactamente como tú cuando él aparezca. Así que no dejes que nadie te diga que él se ve como otro, diferente de ti, porque ese no es Cristo. Y aun así, a pesar del segundo mandamiento, “No te harás ídolo, ni semejanza alguna de lo que está arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.” (Éxodo 20:4), tenemos todas estas pequeñas pinturas y figuritas que la gente compra, y les hacen reverencia. Y llaman a eso Cristo, algo hecho con la mano humana, y olvidan al creador y adoran a la cosa creada. ¡No te olvides del creador! El creador es tu propia maravillosa imaginación humana. Lo que sea que crees es menor que tú, el creador. Así que puedes crear una fortuna. Muy bien, ahora pongamos que te la arrebatan – no importa, puedes crear otra. Así que, lo que sea que puedas crear, puedes continuar creándolo si te lo arrebataran. Este es el poder del que yo hablo. No estoy hablando de ningún poder terrenal.
El año pasado yo estaba en Barbados por unos meses, y mi hermano (que ha hecho una gran fortuna) estaba hablando de estos hombres, y no se dio cuenta de lo que estaba diciendo. Mencionó a cinco hombres, todos multimillonarios, y me contó cómo trabajaron duramente y cómo hicieron todo eso y tenían todo este dinero. Yo le dije, “Vic, ¿los admiras?”, “¡Desde luego! Son poderosos.” Yo le dije, “¿Qué es poderoso? Me acabas de pintar cinco biografías, me diste una imagen de cinco de ellos. El último que me pintaste tiene solamente sesenta y tres años de edad. Él tiene, según me dices, alrededor de 25 millones, y tienen que decirle cuándo comer. Él no sabe – no sabe su nombre, no sabe nada. Y de repente, le ponen la comida en la boca, y le dicen “mastica”, y él mastica, y continúa masticando por siempre hasta que le dicen “traga”, y él traga. ¿Y a eso llamas un hombre? Él tiene 25 millones de dólares, y ¿entonces qué? Y los otros – dedicaron todo su tiempo a hacer dinero, sólo a hacer cosas, y todos los que me nombraste y definiste para mí, yo no pondría ni a mi peor enemigo (si tuviera uno) en su lugar. Así que él tiene dinero, pero no tiene la menor idea del hecho de que no tiene ni un penique. Tiene 25 millones, y ¿a eso llamas tú un “hombre”? Ese no es mi concepto de hombre.
Te estoy hablando de algo completamente distinto, Vic. Tú tienes muchísimo dinero, y quizás eso nunca te sucederá a ti. Tú también tienes millones. ¿Desearías estar así? Todos esos hombres están dementes. Dieron su vida completa por hacer y acumular cosas, y empezaron a adorar cosas. ¡No empieces a adorar cosas! Comienza a adorar a Dios y sólo a Dios, y Dios es tu propia maravillosa imaginación humana, y no te olvides de eso.
Este edificio es tuyo. Supón que esta noche se prende fuego. ¿Y entonces qué? Tú sabes lo que has hecho para construirlo. Construye otro. Mañana podrías tener la cosa completamente quemada. No te preocupes por las cosas que has acumulado como “cosas” en el mundo. Encuentra a Dios y adora sólo a Dios, y Dios no está en el exterior. Nunca lo verás en el exterior. Lo verás a él mismo, dentro de ti, porque ¿acaso puedes ver al “Yo Soy”? Tú puedes ver, “Yo soy un hombre”, tú ves al hombre reflejado. Puedes decir, “Yo soy un hombre pobre”, y ver a ese hombre reflejado en los ojos de aquellos que saben que él es pobre. Y puedes ver cada concepto que sostienes de tu ser – pero al ser que concibe no lo ves. ¡Eso es Dios! Mi concepto de mí mismo podrá ser esto, aquello y lo otro. Los conceptos serán reflejados en la sociedad, y los hombres me dirán quién estoy concibiendo que soy, ¡pero ningún hombre sabe quién soy yo en realidad! Yo, el que concibe, ellos no me conocen, pero conocen aquello que yo he concebido que soy. Mi cuenta bancaria le dirá al banquero lo que yo he concebido que soy en el mundo financiero. Todos estos son conceptos – los hombres verán los conceptos, pero no me pueden ver a mí, el que concibe. Bueno, no te olvides del que concibe; ¡ése es Dios! Y ese ser es tu propia maravillosa “YOSOYdad”. Eso es Dios, ¡y nunca existió otro! Nunca existirá otro.
Dios está engendrando a su propio ser, porque Él está enterrado en nosotros. Y lo está creando en la corriente de la creatividad, así que el mismo único ser – Dios – es infinito en potencia, pero Dios no es infinito en hechos concretos, porque si no, ¡él estaría muerto! No podría expandirse. No podría ir más allá de lo que es. Dios está por siempre expandiéndose. No hay límite en la expansión; sólo hay límite de contracción. Él tomó esas limitaciones para sí mismo cuando se convirtió en Neville. Ese fue el límite de contracción, el límite de opacidad. Ahora, él rompe la cáscara al ejercitar yo, dentro de mí, la ley del arrepentimiento. Así que yo ejercito mi imaginación, y entonces él rompe la cáscara. No hay límite ahora, para mi expansión, no hay límite de translucidez. Sólo existió el límite, que Él se impuso a sí mismo, que era el límite de la muerte – que es opacidad y contracción. Así que Dios es infinito en potencia, y todos aquí van a unirse a esa maravillosa corriente de creatividad y ¡serán uno con Dios!
Ahora, cuando lo escuchen, no lo escuchen solamente y luego lo olviden. Pónganlo a prueba. Pónganlo a prueba máxima, y luego cuéntenle a otros, y hagan que el otro le cuente a alguien más, y esparzan las buenas noticias. Eso es llamado, “El Evangelio”, porque la palabra “evangelio” simplemente significa, “buenas noticias”. Son las buenas noticias sobre Dios: cómo Dios se hizo hombre para que el hombre se convierta en Dios. Bueno si el nombre de Dios es, “Yo Soy” – yo sé que yo digo, “Yo Soy”. Es el centro de mi ser. Puedo decir, “Yo estoy enfermo”, pero yo puedo superar mi enfermedad. Pero no puedo superar ser – “Yo Soy”. Yo puedo cesar de ser extremadamente rico y convertirme en extremadamente pobre, pero no puedo superar ser – “Yo Soy”. Así que Él realmente se hizo el centro de mi ser. Ese es el centro.
Ahora, ése es mi ser. Entonces, si ése es Dios, y ése es mi ser – bueno, ¡él se convirtió en mí! Dios realmente se convirtió en mí para que yo pueda convertirme en Él. Él se impuso a sí mismo esta limitación para que yo pueda convertirme en lo que Él es (que es infinito) y expandirme para siempre.
Inténtalo esta noche. Pruébalo con cualquier cosa en este mundo. Los que no están casados, si desean estar casados, ¿qué símbolo en el mundo implicaría que están casados? ¿Una pequeña sortija? En el mundo occidental es una pequeña sortija alrededor de este dedo – no alrededor de ningún otro dedo – alrededor de este dedo. No necesita ser la sortija más grande del mundo, tan solo un pequeño anillo de oro. Si lo usaras ahí, implicaría que estás casado. Duerme esta noche como si estuvieras usando uno. No pongas tu dedo físico ahí; pon tu dedo imaginario en él, y siéntelo en tu imaginación. ¡Puedes hacerlo!
Siente una pelota. ¿Puedes sentirla? Entonces siente un pedazo de seda. Siente esto, uno tras otro. ¿Puedes diferenciar entre todas estas sensaciones diferentes? Si puedes diferenciar entre esto y una pelota de tenis, y una pelota de baseball, y un pedazo de seda, entonces, no puedes diferenciar entre nadas. Estos deben existir. Aunque invisibles ante tus ojos, aun así, ¡deben existir! Así que, si puedes diferenciar entre estos objetos invisibles, estos objetos, aunque no se vean, deben ser reales. Bueno, ahora toma eso y ponlo en tu dedo, pero siente que lo estás usando, siente que llevas ese anillo, que estás orgullosa de aquél que lo ha puesto ahí. No tienes que ver cómo es él físicamente. Cuando está puesto ahí, estás orgullosa de su nombre, de llevar su nombre, y estás orgullosa de él. Tan solo ponlo ahí.
¿Sabes por qué sé eso? Mi esposa lo hizo. ¡Lo hizo! Realmente lo hizo. Un día ella estaba en presencia de una tal llamada “sensitiva”, y ésta le dijo a ella: “¿Por qué te has sacado el anillo de casada?” Ella le respondió: “No estoy casada.” “Oh”, le dijo ella, “a mí no me engañas. Te sacaste el anillo de casada.” Ella respondió, “Pero no estoy casada.” Ella le dijo: “Hasta te diré su nombre”, y comenzó con “Neb, Neva…” no llegó a sacar el nombre pero estaba muy, muy cerca. Ella estaba en verdad sintiendo lo que mi esposa en su conciencia estaba sintiendo. Cuando la conocí por primera vez, yo la quería. El primer día que la conocí, me quería casar con ella, pero yo estaba atado. ¡Estaba atado! Pero, con esta ley, me desaté a mí mismo. Sin lastimar a nadie, me desvinculé de todas estas complejidades para que así pudiera decir legítimamente, “¿Te casarías conmigo?” Pero mientras tanto, ella estaba usando el anillo. Yo no lo había puesto allí todavía, pero ella me permitió que lo pusiera en su dedo, y se quedaba dormida como si yo lo hubiera puesto allí. Así que les digo, señoritas solteras, si tú deseas estar casada (quizás no lo deseas), pero si así lo deseas, ésa es la manera de hacerlo. Y él saldrá de la nada. No necesitas ir y comprar a nadie, o intentar conocer a la persona correcta. Normalmente, cuando intentas conocer al indicado, siempre es el equivocado. Así que no salgas a buscarlo. Los que andan buscando amor, sólo manifiestan su propia falta de amor, y los que no lo sienten nunca lo hallan. Sólo los que ya aman lo encuentran, y nunca tienen que buscarlo. Tú los atraes; ellos vienen a ti.
Este es el poder del que yo estoy hablando: el poder del universo. El poder que creó y sostiene el universo reside en ti, como tu propia maravillosa imaginación humana. ¡Eso es Dios! No lo olvides. Sé que es difícil, cuando el hombre ha sido entrenado para creer en un Dios externo. Y él va a la iglesia y se pone de rodillas y ora a un Dios externo. Y va a su casa por la noche – quizás recita sus oraciones, y se pone de rodillas, y ora a un Dios externo. Está bien, quizás eso es algo agradable de hacer para alguien, pero les digo: Él no está ahí afuera en absoluto. No serás criticado por eso, pero Él está dentro de ti – es muy personal. Déjenme que les diga. Él es muy, muy personal, y está dentro de ti. Cuando se te dice en las Escrituras, “De la Roca que te creó te olvidaste; Te has olvidado de Dios tu creador” (Deuteronomio 32:18), pareciera ser en sentido figurado, pero ¡qué tan verdadero es eso!
Una noche, sentado en el silencio (más bien era por la tarde), no estaba pensando en nada en particular, y de repente ante mis ojos vino esta fuerza. Era una fuerza enorme. Mientras la miraba, se fragmentó, se rompió en innumerables pequeños pedazos, y luego se reensambló. Cuando se reensambló de nuevo, no lo hizo en forma de fuerza, sino en la forma de un hombre sentado en la postura del Loto. Estoy mirando a este hombre, todo sentado ahora, un hombre perfecto. Cuando lo vi, estaba mirándome a mí mismo. Aquí estaba, el perceptor, observándome a mí mismo sentado en la postura del Loto, en esta profunda, profunda meditación, y a medida que me daba cuenta de que me estaba mirando a mí mismo, comencé a brillar, y brillaba, brillaba, brillaba. Cuando la luminosidad llegó a ser muy intensa, explotó, y luego volví a este nivel. ¿Dónde lo vi? ¡Dentro de mí! Ese Ser está meditando esto. Esto no es nada más que una proyección de sí mismo en el mundo. Y cuando Él despierte en mí, cuando despierte completamente, yo soy Él. ¡Dios realmente se convirtió en mí para que yo pueda convertirme en Dios! Y Él me llevó a través de todos los pasos, permitiéndome cometer todos los errores, para hacer un monstruo como la cosa de la que hablé anteriormente. Yo creé eso, y yo creé a la amorosa, y Él lo permite en su meditación. Él es el soñador en mí, y está soñando esto, y está soñando todo lo que yo sueño en este mundo, y cuando se despierte, esto dejará de existir, y yo seré Él y ¡Él es Dios!
Así que les digo, vayan y pónganlo a prueba. Comienza esta noche. Te hago esta promesa: si lo pruebas fielmente, Él no te fallará.
Ahora, vayamos al silencio.
Bien. Ahora, ¿hay alguna pregunta? Hagamos una noche completa.
Pregunta: [Inaudible]
Respuesta de Neville: “He tomado dos naciones bajo mi seno.” Las Escrituras nos dicen – de hecho, nuestra ley actual en el mundo del César está basado en ello – que el testimonio de uno solo no es aceptable en la corte. Debe haber dos testigos. Tenemos un testigo externo en la forma de las Escrituras, la palabra escrita. El hombre es la Palabra Viviente, y él tiene que duplicarla. Todas las historias de las Escrituras, él debe experimentarlas. Así que cuando él verdaderamente experimenta las Escrituras, hay dos testigos, su testimonio interno del Padre y el testimonio externo de la palabra escrita. Hablamos de los dos en el capítulo 11 de Apocalipsis, “mis dos testigos”. Si dos diferentes personas concuerdan en testimonio, es definitivo. Si uno solo viene y jura, aunque sea cierto, no es aceptable en la corte. Él podrá estar diciendo la verdad, pero debe haber un segundo testigo para confirmarlo. Ahora, el testigo de Dios es la Biblia, ése es el testigo. ¿Es literalmente cierto? Les digo por experiencia, es literalmente cierto, pero no es historia secular. Es historia sobrenatural. Así que, cuando lo experimentes, lo experimentarás en una región remota del alma. Duplicará la historia escrita, la cual es historia sobrenatural, historia de salvación.
Pregunta: [Inaudible]
Respuesta de Neville: Pero por supuesto, mi querida, de lo contrario tú no estarías aquí. No estarías aquí si no tuvieras hambre de experimentar a Dios. El mundo no está lo suficientemente hambriento para eso. Se nos dice: “Enviaré hambre sobre la Tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír la palabra del Señor”, (Amós 8:11). Y cuando tienes ese tipo de hambre, sólo una experiencia de Dios podría satisfacer esa hambre. Todo el dinero del mundo no podría satisfacerlo. Cuando esa sed te acecha, no hay una cosa en el mundo que realmente pueda saciar esa sed, sino la experiencia de Dios. Y toda esta historia está contada en la Biblia, y el hombre experimenta las Escrituras. Las Escrituras deben ser cumplidas en mí, así que tienes a dos testigos: el testigo viviente, que tú has experimentado, y el testigo externo de la palabra escrita.
¿Hay más preguntas? Vamos, hagamos de esta una noche completa. Todavía tenemos diez minutos.
Pregunta: [Inaudible]
Respuesta de Neville: No, mi querida, estabas sembrando cuando imaginaste. Los actos imaginarios son la siembra, pero nosotros no reconocemos nuestra propia cosecha cuando vemos el acto imaginario proyectado en la pantalla del espacio. Decimos: “Nunca podría haber imaginado una cosa como ésa”, pero debemos haberlo hecho, o no podríamos haberlo encontrado. Así que el acto de imaginar es sembrar, y a su debido tiempo, saldrá la cosecha de aquel viaje invisible, y aparecerá en la pantalla del espacio, y tú lo verás – pero no siempre reconoces tu cosecha. Y te digo una cosa, no te preocupes por los medios. Ve siempre al final. Mora en el final, y no lastimarás a nadie. Pero si intentas determinar los medios, estarás, digamos, estropeándolo todo. He tenido gente que me dice: “Sabes, yo quiero a ese hombre, y a ningún otro hombre.” Yo les digo: “No, no es así. Tú lo que quieres es estar felizmente casada. No quieres a ‘ese hombre, o a ningún otro hombre.’” “Oh, sí, a ese hombre o a ninguno.” Bueno, por supuesto, esto siempre las sorprende. Les digo: “Si él cayera muerto en este momento, ¿desearías estar casada?” “Bueno, él no va a caer muerto…”, “Yo no te pregunto eso. ¿Si cayera muerto en este mismo momento, o si en este preciso instante fuera acusado de ser el peor ladrón del mundo, o el peor asesino, todavía lo desearías a él?”, “Bueno, ahora, ¿por qué me haces esas preguntas, Neville? Yo quiero a ese hombre.” Pero, verán, no es ese hombre. Ellas quieren estar felizmente casadas. He ido a tantas bodas donde era, “ese hombre o ninguno”, ¡y no era “ese hombre”! Y están avergonzadas cuando me ven parado allí en el pasillo, porque “¡tenía que ser ese hombre, o ningún hombre!” Y ahora, aquí, resulta que no era ese hombre para nada. Y caminan (por el pasillo), están felices con su nueva pareja, pero un poco avergonzadas mientras van pasando, porque saben que yo sé que él no era “el hombre”.
Tú quieres estar felizmente casada. Está bien, ve al final. Estás felizmente casada. Entonces, permite que él venga, vestido en todo lo que se necesita para que seas feliz en tu mundo. Él no necesita ser algún famoso actor de novelas. ¿Cómo suele ser su tal llamado “mundo”? Se divorcian una y otra vez de todos modos. ¿Le hace eso él a la chica? ¿O ella se lo hace a él? Así que eso no es lo que tú realmente quieres. Tú quieres a un hombre comprometido contigo, un amor de verdad. Él llega a casa, y entonces la casa está completa. Cuando llega a casa y tú no estás allí, la casa está vacía. Yo sé que eso es lo que yo querría, y yo tengo eso. Si yo llego a casa y Bill no está allí, aún si tengo amigos en casa (podría tener una fiesta en ese momento, una fiesta de cocktails, diez personas, tal vez doce); “¿Dónde está Bill?”, “Bueno, ella no está aquí.” Sabes, todo está vacío hasta que ella llegue. Y si ella sale y dice, “Volveré a las cinco”, y ella no está allí a las cinco, pero vuelve a las seis – bueno, entre las cinco y las seis yo me desconozco. ¿Dónde está ella? Todos tendrían que tener ese tipo de relación. La casa está vacía cuando la pareja no está allí, hombre o mujer. Si yo volviera a casa y no me importara si ella está allí o no, ¿qué carajo estoy haciendo casado? Si ella no está allí, y no hay diferencia para mí si ella está o no, bueno entonces, eso no es un matrimonio. La casa debe estar vacía si ella no está allí, o si tú no estás allí. Si yo supiera que en su corazón, yo podría ir y venir cuando yo quisiera y a ella no le preocuparía – oh, ¡esa no es mi esposa! Yo sé que partiré algún día y la dejaré atrás, o ella partirá y me dejará a mí detrás. Eso, sé que es inevitable, pero mientras estamos juntos, yo quiero que sea de tal manera que la casa esté vacía si el otro no está allí. Y soy lo suficientemente egoísta para querer que ella se sienta de la misma manera.
¿Más preguntas, por favor?
Pregunta: [Inaudible]
Respuesta de Neville: Es igual de definitivo. El hombre crea involuntariamente tanto como lo hace voluntariamente, pero en este mundo nuestro, deberíamos aprender a crear conscientemente. Pero no puedo negar la tal llamada creación inconsciente, es igual de efectiva. Caminamos por el planeta, vemos un titular, no conocemos a las personas involucradas, y reaccionamos. Esa reacción, sentida intensamente, fue un acto creativo de nuestra parte. Por lo tanto, sé consciente de lo que estás haciendo. O les puedo decir a todos, háganse más y más conscientes para que en todo momento sean selectivos. Tú y yo no iríamos a una tienda y diríamos: “Dame una corbata”. La elegimos. Yo digo: “No me traigas solamente tres corbatas. Déjame ver varias corbatas” – cincuenta corbatas, cien corbatas, y yo elijo una. Podría elegir dos. Yo no entro y digo: “Dame un traje”. “Déjame ver algunos cortes de trajes.” Y quizás de una docena o más, yo elijo uno – textura, color, lo que yo crea que necesite en mi armario para incrementar mi armario. Así que yo lo elijo y él me lo hace. No dejo que él me diga lo que yo debería querer.
Pregunta: [Inaudible]
Respuesta de Neville: No, es igual de efectivo. Durante todo el día la gente está cosechando las cosas más horribles en el mundo, y son todas las que han plantado involuntariamente. Se sientan, en la Ciudad de Nueva York, y leen este pequeño periódico, The News (Las Noticias), de principio a fin. Es el periódico más grande de nuestro país. Tiene una circulación diaria de más de dos millones y medio de ejemplares. Creo que la circulación del Sunday es de alrededor de cinco millones. Es un pequeño tabloide, y no hay ni una palabra en él que no sea negativa. Quién asesinó a quién, quién violó a quién, quién está viviendo con la esposa de quién, y todo este tipo de cosas, y les encanta. Y por supuesto, sus pequeñas vidas son apagadas de todas maneras, así que es de alguna manera vicario, y se rellenan a sí mismos con todas estas tonterías, mientras van al trabajo. Por una hora, lo están leyendo. Bueno, cuando las cosas suceden en su mundo, continúan sucediendo, de una manera anormal, no se dan cuenta que son ellos quienes lo están haciendo. Pero la cosa entera es hecha por ellos. Se rellenan con eso. No hay discriminación para nada. Es como ir a un restaurante y preguntar: “¿De qué se quiere deshacer el chef hoy?”, es la misma cosa. Y él responde: “Tenemos mucho del guisado. Lo tuvimos por cuatro días y no podemos venderlo, y eso es de lo que queremos deshacernos. Llámalo por otro nombre hoy, y deshazte de él.” Bueno, yo no busco eso. Dame el menú.
Una vez, un amigo mío me enseñó esta lección. Fuimos a un restaurante y el mesero era muy, muy descuidado, y volcó un poco de la sopa, y mi amigo lo llamó y le dijo: “Dígame, ¿esto es caridad?” Bueno, el mesero estaba estupefacto. Le dijo: “Estoy haciendo una pregunta muy simple. ¿Esto es caridad?” Y él le dijo: “¿A qué se refiere señor?”, “¿Debo pagar por esto?” Él dijo: “Pero, por supuesto señor.” Él dijo: “Bueno, entonces llévelo de nuevo, y tráigame un lindo plato limpio, y la sopa sin volcar.” El hombre se la llevó, y le trajo un lindo plato limpio con sopa sin volcar. Si es caridad, déjalo allí; no me puedo quejar. Pero si yo pago por ello, tú te lo vuelves a llevar. Bueno, esa es una lección que todos deberíamos aprender. Demasiadas cosas descuidadas suceden, y nadie se hace cargo.
Pregunta: [Inaudible]
Respuesta de Neville: Voluntariamente. Primero que nada, yo no me divorcio de Dios. Él sólo tiene un nombre – YO SOY, y yo tengo ese nombre: no puedo señalar a otro lugar para decir “su voluntad”. En el minuto que digo, “su voluntad”, me estoy divorciando de Dios. Así que me pregunto a mí mismo: “¿Qué es lo que quieres, Neville?” Ahora, dado que el mundo entero eres tú mismo exteriorizado, no vas a lastimar a nadie, pero no puedes negar que tú aún deseas. Tú quieres algo. Así que lo quieres. Bueno, asume que ya lo tienes y luego permite que las cosas sucedan. Si se necesitan mil o diez mil personas para ayudar a dar a luz esa asunción, entonces serán utilizadas, y serán utilizadas consciente o inconscientemente. Pero, si tengo que esperar para decir: “¿Será la voluntad de Dios?” Yo esperaré eternamente. “¿Será la voluntad de Dios que yo pague la renta? ¿O que yo sea desalojado?” Bueno, entonces, si voy a esperar y decir: “Bueno, deja que él me lo diga primero”, porque algún amigo me dirá: “Sabes, necesitas esa experiencia, necesitas humildad; necesitas que todas estas cosas se disparen…” ¡Estoy harto! ¡No necesito aprender la misma lección dos veces! Oh, yo he pasado por eso, cuando pensé que era la voluntad de Dios y permitía que él lo hiciera, y me sentaba y no hacía nada. Luego llegaba fin de mes, y no podías pagar la renta. La administradora decía: “Sabes, no puedes quedarte”, y pum, estabas en la calle. Yo he tenido esa experiencia, el esperar que Dios me dijera qué hacer, y él nunca me lo dijo. Y fui yo el que tuvo que hacerlo. Entonces, cuando me casé, sabía que tenía obligaciones en la vida – tenía a otra persona a mi cargo. Luego vino un hijo, y luego otro. ¿Es mi obligación tener un ser externo que me diga cómo? No, yo sé lo que tengo que hacer. ¿La ingreso en la escuela? Está bien. ¿Puedes ir a la universidad? ¿Deseas ir? Está bien, entonces, es mi obligación anotarla en la universidad, y así lo hice. Pero si espero a que algún ser externo me hable y me diga: “Bueno, quizás ella no debería ir. Será más fácil para ti.” Estoy pasando la pelota. El mundo entero pasa la pelota.
No, mi querida, toma tu decisión. Aún si estás equivocada, toma una decisión. Está bien, tú aprendes al hacerlo. Pero ser indeciso, por no cometer un error… Bueno, ¿conoces esa historia? Está en Apocalipsis. “¡Ojalá fueras frío o caliente! Así, puesto que eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.” (Apocalipsis 3:15-16). No puedes hacer café o té, con agua tibia. Tiene que ser caliente o frío. El hombre tiene que ser intenso. Sabes, la gente que me opone y me dice: “Neville, creo que eres un lunático. Pienso que estás tan loco como se pueda estarlo” – bueno, me han dicho eso una y otra vez.
Aquellos que realmente me oponen son mis mejores estudiantes. Pero aquellos que vienen y me dicen: “Oh, creo que eres maravilloso”, la primera vez que me escuchan, “Oh creo que eres maravilloso”; nunca más vuelven. Aquellos que dijeron: “Creo que este hombre está loco” – los he tenido. En la calle 49 de la Ciudad de Nueva York me encontré con dos señoras. Una señora le estaba mostrando a su amiga de otra ciudad, toda la ciudad de Nueva York, y había una foto mía gigante en una ventana con mis libros, y una dijo: “¿Sabes quién es él?” Y ella dijo: “No.” “Bueno, es el místico loco de la calle 48. Oh, debemos ir a escucharlo. Debes ir a escucharlo. Está loco de remate. Todas vamos a escucharlo porque está muy loco, es divertido.” Ella dijo: “Es divertido ir y sentarnos; no cuesta nada.” En esos días era todo esfuerzo voluntario de su parte, así que miles de personas venían tres veces a la semana a escuchar al místico loco de la calle 48. Pero aquellos que escucharon y pensaron: “Él está realmente loco”, y me desafiaban desde la audiencia, se convirtieron en buenos estudiantes. Aquellos, como las dos en la calle que dijeron: “Oh, es el místico loco. Vamos y divirtámonos”, nunca se convirtieron en estudiantes. Ellos aman sus pequeños iconos, y le oran a los pequeños iconos. Él nunca les responde, pero aun así le oran de todas maneras con esperanza.
Pregunta: [Inaudible]
Respuesta de Neville: Mi querida, yo creo que hay que ser tan específico como uno pueda serlo. Yo sólo sabía lo que deseaba tan seguido, respecto a ciertas cosas, y las quería en detalle, y las obtuve. Si el hombre no puede ser específico, está todo bien. Toma un final, un final generalizado. Pero si eres realmente específica, Dios es muy definitivo. La descripción es perfecta en el mundo de Dios. Mira la huella digital. No sólo la huella digital de cada hombre difiere de todas las otras huellas digitales, sino su olor también – o el perro entrenado no podría encontrarte. Tan solo imagina a tres billones y medio de nosotros, y no hay dos que tengan idéntico olor. No hay dos que tengan el mismo sonido de voz – similar, pero no idéntico. Obsérvalo en la cinta mientras hablas, y esa vibración lo grabará. No puedes reproducirla. ¿Similar? Sí. Pero no hay dos iguales. Eres tan único. Eres el único; por lo tanto no puedes ser reemplazado. No hay nadie en toda la eternidad que pueda reemplazarte. Es por eso que debes ser salvado, o el Templo Viviente no puede ser completado. Eres una piedra en el templo viviente. Dios fue muy específico cuando te hizo a ti, el ser único que tú eres.
Yo no seré “perdido en la multitud”, por la simple razón de que Dios no me perdió en la multitud. Yo soy individualizado, y tiendo hacia una individualización más grande por siempre y para siempre.
Pregunta: [Inaudible]
Respuesta de Neville: Ser “manso” es ser auto-disciplinado, o bien entrenado. “Los mansos heredarán la tierra” (Mateo 5:5), porque ellos han aprendido a utilizar su imaginación.
Finaliza.