Conferencia de Neville Goddard – Fecha: 13-04-1964
La otra había desaparecido ahora, para nunca más ser encontrada… o al menos eso pensaría el mundo. Pero yo todavía dormía en la asunción de que estaba felizmente casado. Una mañana, el teléfono sonó, y respondí, era la corte llamando, dijeron: “Este es el edificio Federal”. Yo dije, “¿sí?”, “¿es usted Neville Goddard?”, “Si”. “¿Y es usted el orador público que se conoce como Neville?” yo dije que sí. “Bueno, entonces, debe venir a la corte el próximo martes por la mañana a las diez.” Yo estaba muy dormido para preguntar por qué. La mañana del martes siguiente, un poco antes de las diez, he aquí, el teléfono suena otra vez. “¿Es usted Neville Goddard?”, yo dije que sí. “¿Por qué no está en la corte? ¿No lo llamamos el martes pasado para decirle que venga hoy a la corte?”, Yo dije, “¿Por qué debería estar en la corte? ¿Qué problema hay, que yo debería estar en la corte, si no he sido citado?”, luego dijo, esta persona en el teléfono: “Usted es una figura pública, y los reporteros están siempre en la corte, y les encantaría obtener la historia para los periódicos, en los periódicos de hoy.” Pero yo dije, ¿Cuál es el problema?, y ellos dijeron: “Su esposa está en juicio, así que si usted viene aquí, quizás podría darnos un poco más de información al respecto.”
Entonces fui allí, entré a la sala de la corte, justo a tiempo para ver que la traían a los estrados. Tres jueces entraron, tomaron sus posiciones, luego alguien le susurró a un juez, y luego la voz dijo, “¿Está el Señor Goddard en la sala?”, yo dije “Aquí estoy”. “¿Podría subirse al estrado?” me hicieron jurar, ahora estaba bajo juramento. “Quizás nos puede ayudar, aclarar un poco las cosas aquí.” Así que tomé el estrado. Me preguntaron si teníamos la misma fe religiosa. Yo dije, “No, ella nació Católica, y yo nací Protestante. Pero eso no es un problema; ella no es una católica practicante, ni yo soy un protestante practicante. Así que no hay ningún problema.” Luego él dijo, “Bien, entonces, ¿podría aclararnos algunas cosas?”, Yo dije: “Primero que nada, ella es ocho años más grande que yo, y ustedes saben mi edad, por lo tanto deben saber la edad de ella. Ella está indudablemente atravesando algunos disturbios emocionales, y cuando una mujer está pasando por tales estados, bueno, podría hacer alguna cosa irracional. De lo que la han culpado ahora, estoy seguro, que jamás lo ha hecho antes. Aun si tienen las evidencias para sostenerlo, yo creo que nunca antes lo había hecho. Juraría que nunca más lo haría. Les pido, por el bien de mi hijo, que vive conmigo, que si la tienen que sentenciar, entonces la ley dice que tiene que sentenciar, pero luego sean misericordiosos y suspendan la sentencia.”
Él dijo, “nunca he escuchado en esta corte una solicitud igual a esta, en todos mis años en la magistratura, de un hombre que no tiene nada que ganar por este pedido de misericordia, cuando realmente quiere un divorcio. Porque tenemos enfrente nuestro, toda la evidencia que fue tomada de su esposa cuando ella estuvo en la cárcel la semana pasada esperando a este día de juicio.” Él dijo, “actuaré sobre su recomendación, Señor Goddard. Ahora la sentencio a seis meses y la suspendo. Nunca más quiero verla aquí.” Mary me cruzó en el pasillo, me dijo, “Eso fue algo muy decente de tu parte, Neville. Dame los papeles.” Yo le dije, “no tengo los papeles aquí conmigo… ven a casa y te los daré.” Viajamos juntos; era la primera vez en muchos, muchos años, que estábamos tan cerca, más que cuando vimos al juez. Viajamos juntos a mi hotel, y le di los papeles que no había podido entregarle por innumerables meses. Le di los papeles, y obtuve mi divorcio sin oposición.
Yo conté esta historia, para decir que yo causé que ella hiciera lo que hizo. Si yo no hubiese asumido que era libre para casarme con la chica que ahora lleva mi nombre, ella nunca hubiera hecho todas esas cosas, para nada. Entonces, ella entra a una tienda, y por primera vez en su vida, se lleva algo que no había pagado, y alguien la ve. Era una cosa tonta, pero de todas maneras, ella lo hizo. Y eso es lo que la trajo a la ciudad, para que yo pueda encontrarla. Y ella fue movida para pedirme que le dé los papeles, porque yo supliqué por ella. Así que, habiendo hecho todo esto, ¿Quién es el culpable? Yo era el culpable. Ella vino directo a mi mundo a interpretar un cierto rol, para darme la libertad. Estoy hablando de la Ley de la Libertad. Entonces, ¿debería ella ser condenada por actos que yo, el autor invisible, escribí para ella? No es que me senté y escribí ese rol para ella, pero yo determiné el comportamiento de ese rol, de que ella tenía que hacer algo, para que así tenga que ablandarse y me acepte los papeles. Entonces, la conté solo para mostrar que no hay que condenar a nadie. Tú y solamente tú eres el autor de las cosas que suceden en tu vida.
Por lo tanto, ¿condenarías a un hombre? Este caballero escribe en un guión, un rengueo en la pierna izquierda. Y aquí viene un hombre con un rengueo en la pierna izquierda. Él escribe todo en un personaje imaginario, y este no es imaginario para nada. No puedes distinguir entre lo que el mundo llama imaginario y realidad, no puedes; todo esto es uno. La gente no puede ir más allá de cierto límite… entonces puedes decir, “bueno, asumiré que yo soy lo que quiero ser, y las cosas suceden en mi mundo de esta manera. Pero no me digas ahora que realmente yo la creé a ella en ese rol.” Así fue. Por eso muchos se fueron para nunca más caminar con él. Nunca. Y él se dirige ahora, a los doce que todavía permanecieron, y dijo, “¿Ustedes también se irán?” y Pedro respondió: “¿A quién iremos? Tú tienes las palabras de la vida eterna; y nosotros creemos, y hemos llegado a conocer que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios Viviente.” (Juan 6: 68, 69). Bueno, ¿a quién le habla Pedro? No le está hablando a otro. Quien sea que es el personaje escrito en este drama como Pedro, llegó a esa posición dentro de sí mismo.
Es la cosa más difícil de aceptar en el mundo. Porque esta es la causa de la secesión. Ellos se separaron en ese momento, porque no podían aceptar el hecho de que ellos son realmente la causa de estas cosas que están viviendo y moviéndose en su mundo; algunos lisiados, algunos limitados, algunos mutilados; ¿y ellos son la causa de eso? Ellos no lo aceptarán. Él dijo, está bien. Ellos lo dejaron, para nunca más caminar con él. Y luego Pedro dijo, “bueno, ¿a quién iremos? Tú tienes las palabras de la vida eterna. Y estas son verdaderas, así que ¿a quién iremos? Porque sabes que hemos creído y que hemos llegado a conocer que tú eres el Hijo del Dios Viviente.” ¿Conocer qué? Vayamos ahora a Mateo y verán la respuesta. “¿Quién dicen que yo soy?”, “Algunos dicen Juan el Bautista, otros dicen Elías que volvió, otros Jeremías, y otros dicen los profetas antiguos.” Él no responde a eso. Él hace otra pregunta, “Pero, ¿quién dices tú que yo soy?” y Pedro se pone como el orador, y responde: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.” Él le dijo, “Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.” (Mateo 16: 13 al 17). Bueno, ¿Quién es el Padre que está en los cielos? Él dijo, “Yo soy el Padre. Cuando me ven a mí, ven al Padre.” Bueno, entonces ¿Quién otro, más que el espíritu en el hombre, ha revelado quién es Cristo realmente? Ningún profeta que vuelve, ninguna reencarnación, sino que el hombre tiene a Cristo dentro suyo. Y él está despertando más, y más y más.
El caballero que escribió la historia sobre Eddie dijo, “Sabes, hasta ahora yo quería realmente despertar e intenté despertar. Pero ahora estoy tratando desesperadamente de volver a dormirme otra vez.” En otras palabras, él, no quiere eso – realmente no está queriendo decir eso – no quiere lo que acabó de descubrir, esta enorme responsabilidad, ser responsable de los personajes que ha creado. Y todos están caminando en la tierra, y uno atrás de otro, entrará en su círculo, y se hará íntimo. Como este, al cual realmente le tiene mucho cariño, uno que creó y lo dotó de todas estas cosas extrañas, un desbalance mental peculiar, un rengueo en su pierna derecha, rechazado por la sociedad, sucio, y repelente en muchos sentidos. Hace todo esto para el personaje, y luego se enamora del personaje. Así que puedes ver las palabras: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.” (Lucas 23: 34). Están interpretando todos estos papeles porque los hombres y mujeres imaginativos están escribiendo dramas. Y el mundo está para siempre cayendo bajo los hechizos de hombres y mujeres imaginativos. No importa lo que te diga el mundo, siempre están cayendo bajo el hechizo de aquellos que están escribiendo intensamente con emoción.
Así que hoy, inténtalo. Espero – pero tú eres el que juzga – espero que puedas ir hasta el final. Y no le digas a nadie si vas hasta el final, porque el Espíritu en ti sabe si puedes realmente ir hasta el final, o si te darás la vuelta esta noche y solamente tomarás una porción. Pero aun una pequeña porción de esto, tómala. Así que esta es la ley, la ley de la cosecha idéntica: “Así como un hombre siembra, cosechará”. Sin importar lo que aparenta ser, realmente, tú lo cosecharás. Y descubrirás que, en el final, todo está simplemente siendo testigo del hombre, de lo que el hombre está haciendo. Como Blake dijo: “Fui al páramo y lo silvestre, a las espinas y cardos del desecho, y me dijeron cómo fueron engatusados y llevados afuera, y obligados a ser castos.” Y no creerás ni por un momento, que Blake está diciéndonos que las supresiones impuras de las ansias normales y naturales del cuerpo animal que tenemos puesto, son las causas de las espinas y los cardos del desecho. La sociedad ha reprimido todas las ansias normales y naturales del cuerpo humano animal – porque estos son cuerpos animales los que estamos usando – y al poner una represión sobre las ansias naturales, ahí vienen las espinas y los cardos del desecho. ¿Y qué botánico creerá eso? No lo creerá ni por un segundo, y piensa que va a matarlas a todas con algún insecticida o alguna otra cosa, y él va afuera y quema las cosas. Todas volverán, mientras que el hombre camine sobre la tierra, y haya quien pueda poner estas restricciones en saludables cuerpos en crecimiento… y las llamamos leyes morales. No hay ni una otra cosa en este mundo más que el hombre, porque Dios es la única realidad, y Dios es el hombre, y el hombre es Dios. “El hombre es todo Imaginación. Y Dios es el hombre, y existe en nosotros y nosotros en él. El cuerpo eterno del hombre es La Imaginación, y eso es Dios mismo.” (Blake, Anotaciones a Berkeley, Laocoon.)
Por lo tanto te digo, ya sea que eres un escritor como este muchacho escribe, e indudablemente escribe extraordinariamente bien para ganar la cantidad de dinero que gana, dicho por él mismo. Él lo escribió, y por suerte pudo darse cuenta. Pero vivió con eso por dos años, hasta que pudo darse cuenta que era su propia creación. Y lo que hizo para rectificar los problemas que tenía con la historia, siendo él escritor, tomó a un gran escritor imaginativo – porque cualquiera que pueda escribir Doctor Jekyll y Mister Hyde, lo es – y entonces, muy bien, tienes ciertamente un ideal en eso, cuando tomas a Robert Louis Stevenson, y puedes ponerte en sus pies, en los zapatos de este escritor imaginativo – y luego, justo detrás de él, hay alguien, y es Stevenson. Él lo atrapó con un humor. Puedes darte cuenta, por el humor que llevas puesto, con quién vas a encontrarte en este mundo. Tú te vistes de un humor, y ellos vienen. Y él atrapó ese humor. Se preguntó cómo sería ese humor, ¿cómo sería? ¿a quién le pregunta? Está preguntando qué sentiría Stevenson, ¿cómo se sentiría luego de haber terminado lo que él consideraba un buen guión, una buena historia? Y habiendo atrapado ese humor, dijo él, “volví a mis propios zapatos; y luego intenté igualar mis propios sentimientos, con lo que yo había imaginado en cómo se habría sentido Stevenson. Y entonces, cuando logró unirlos… cuando dos se ponen de acuerdo, hasta para tocar cualquier cosa en esta tierra, será establecido para ellos en este mundo, si los dos se ponen de acuerdo. Él llamó a aquel con quien quería estar de acuerdo en humores, y entonces, pareciera como si alguien estuviese parado detrás de él, y le dictara la solución de cada punto, a medida que él los iba mencionando, y todas vinieron a su mente. No hubo ningún problema para este hombre, un escritor, en sentarse y largarlo todo de un tirón, luego de que todos los puntos estaban resueltos en su mente. Luego, mientras se duchaba y se sentía muy contento por lo que acababa de ocurrir, felizmente recordó una experiencia de hace seis años atrás. Y mientras lo contemplaba, como un martillo en la cabeza… ¿Quién hubiera pensado que estaría caminando con su propia creación dos años atrás, y no lo reconoció? Y no quería contarle todo a su esposa. Él pensó, “Voy a probarlo primero, antes de contarle todo a ella”. Entonces, describió al personaje, dejando afuera cosas pertinentes como el rengueo de la pierna derecha, y el uso de las dos palabras, “indeseado, rechazado”, y dejando afuera las cosas que le darían la señal, aun así ella pudo reconocer que el personaje era Eddie.
Así que, esta historia puedes tomarla en serio. Esta noche, ¿cómo se sentiría? Si quieres dinero, bueno, hazte a ti mismo, como alguno que tiene montones de él. ¿Cómo se sentiría para él, si realmente quiere dinero? Porque mucha gente lo tiene, sin ningún pensamiento sobre el dinero, pero si alguien realmente quiere dinero, ¿Cómo sería luego de que realmente se pasó al otro lado de gran manera? Y luego tratas de igualar tu sentimiento, con aquello que has imaginado que él habrá sentido cuando él hizo lo que se considera la gran fortuna. Iguala el sentimiento… iguala el sentimiento y observa lo que sucede. Tan solo inténtalo. Lo que estamos haciendo aquí, estamos experimentando, porque este es el gran problema del mundo. Como dijo Fawcett: “El secreto de imaginar es el problema más grande, a cuya solución todos deberían aspirar”. Primero que nada, el poder infinito está en ella, si lo resuelves; infinita sabiduría e infinito deleite. Si contiene todo esto y podemos resolver el problema, entonces, ¿Por qué no intentarlo?
Así que les pedimos a todos que lo intenten y que luego lo compartan con nosotros para que yo así pueda compartirlo como lo hice esta noche con la carta de este caballero. De nuevo, lo repito, espero que él continúe y lo comparta conmigo para que yo así pueda compartirlo con ustedes, estas pequeñas y amorosas facetas de este gran diamante. Porque él pudo poner sus pies imaginarios en zapatos imaginarios, y sentir lo que el gran Stevenson debió haber sentido cuando estaba satisfecho con la historia, y luego se sacó los zapatos y se puso sus propios zapatos, todo en la Imaginación; porque él estaba haciendo su caminata mañanera cuando todo esta estaba ocurriendo en su mente. Y la gente que va caminando verá a un hombre caminando al pasar, y posiblemente lo ignoren, ni lo consideren, o quizás se preguntan qué está pasando por su cabeza. Pero nadie más que el Espíritu del hombre podría saberlo. ¿Quién sabría ni por un instante, que Stevenson estaba caminando allí? Pero mientras él tenía puesto los zapatos de Stevenson, Stevenson estaba allí, a punto tal que, si tú fueras sensitivo, no podrías ver al hombre que estaba allí, al que su esposa podría ver; tú verías a Stevenson. Realmente lo verías, porque: “Todas las cosas por una ley divina, en uno con el otro ser se mezclan”, (Blake). Por lo tanto, no están afuera en el espacio o afuera en el tiempo, solamente están tan lejos como les permitas que lo estén.
Y a tus humores, tú pueden llamarlos, a cualquier ser en este mundo. Puedes llamar a cualquiera que ya haya partido hace innumerables siglos, llámalo al sentir que eres él. Ponte a ti mismo en sus zapatos y llámalo. Luego, si tienes un problema, comparte tu problema. Tendrás la misma sensación de que alguien está parado detrás de ti, indicándote la solución punto por punto, acumulándose todo en la cabeza. Si crees que Blake, que murió en 1827, podría realmente resolver cierto problema para ti, siente la presencia de Blake. Porque ellos no están exteriorizados afuera, como el mundo lo pensaría, digamos en el tiempo pasado en 1827. Ciertamente él no está en ninguna pequeña tumba en Inglaterra; no hay nadie allí. Por lo tanto, ellos están tan lejos como tú les permitas estar. Así que él volvió a leer el capítulo llamado: “No hay Ficción”, y descubrió algo el escritor, que humorosamente dijo en la carta: “Habiendo escrito toda mi vida, he creado tales personajes que te aseguro que no tengo ningún apuro de encontrármelos en la carne.” Pero no importa, el día vendrá en que te moverás hacia afuera, en forma espiralada cuando menos lo esperes, y sin esfuerzo caminarás y redimirás a cada uno de ellos. A cada uno que se nos ha dado para la obra teatral aquí, porque ellos son creados voluntariamente o involuntariamente. Así que les pido que se sumen conmigo, pónganlo a prueba, y no se retrasen con sus cartas, tráiganmelas, y cuantas más sean posibles mejor, para que yo pueda alentar a otros para que también lo intenten.
Cuando vayan a sus casas, lean este capítulo 6 del libro de Juan. Realmente es el capítulo de la separación: todos se fueron, para nunca más caminar con él, y solo unos pocos se quedaron. Él se dio vuelta… y ellos dijeron, “¿A quién iremos? Tú tienes las palabras de la vida eterna. Te hemos creído y te hemos llegado a conocer” (es decir, no sucedió en una noche) y hemos llegado a conocer que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios Viviente.” Pero el Hijo del Dios Viviente es Dios mismo… tú llegas a conocerlo. Pero no le estás hablando al hombre: tú has encontrado una presencia creativa dentro de ti. Y aunque el mundo trate de hacerte sentir que esa presencia creativa es un poder – hablan de él como “eso”, no lo personalizan – tú si lo haces. Es a ti mismo a quien has encontrado. ¿Acaso no eres una persona? Así que si Cristo está en ti como el poder creativo en ti, tú lo estás haciendo, y tú eres una persona, por lo tanto, Cristo es una persona. Así que él dijo, “¿Es, tu Cristo, una persona? Él siempre habla de Cristo como un poder creativo; él no es tan solo una persona, él es la única persona. Él es el hombre celestial… tú estás encontrando en ti mismo aquel hombre celestial, el hombre que no puede morir, el inmortal tú. Ahora, cuando lo encuentres, no le dejes ir. Deja a todo lo demás ir, pero no lo dejes ir a él. Así que cuando Pedro le escribe a Timoteo, le dijo: “Yo sé a quién le he creído” – no a qué – a quién, y ahora está hablando de Cristo. Y aun así, él define a Cristo como: “el poder y la sabiduría de Dios”. Habiéndolo definido como poder y sabiduría, él lo personifica. Porque es él mismo… eso es lo que encontró. Él se encontró a sí mismo. Tú nunca lo encontrarás afuera.
Entonces, ¿hasta qué punto, esta noche, puedes ir con el testimonio de Cristo Jesús? ¿Puedes ir hasta el final, y decir que no hay hombre, ni mujer, masculino, femenino, que pueda venir a ti a menos que mi Padre que me envió lo traiga? Y yo lo resucitaré en el día final… deja esa sección aparte… eso va a suceder de todas maneras. Pero ¿hasta qué punto puedes aceptar ese testamento de que nadie puede venir a mí a menos que mi Padre que me envió lo traiga? Y yo y mi Padre somos uno, porque yo estoy en mi Padre, y mi Padre está en mí, ¿puedo ir hasta allí de lejos? ¿Y luego ir hasta el final, que nadie que esté en este mundo puede cruzar mi camino que yo no lo haya llamado? Aquellos que vienen a mis círculos más íntimos; ellos son cosas en las que yo realmente he estado pensando. Tú comienzas a pensar sobre los tales llamados tiranos del mundo, y formando en el ojo de tu mente, y descubrirás que él realmente no vive en Rusia, vive en la puerta de al lado, y viene justo a ti. Y luego te preguntas cómo puedes deshacerte de él. Tú has estado creando en el ojo de tu mente un cierto algo, y entra justo en tu mundo. Tú los trajiste a ti, tal como los has traído de un panel.
Ahora, vayamos al silencio.
Pregunta: ¿Quién es la mujer en Apocalipsis, que tiene la luna bajo sus pies?
Neville: Todo en las escrituras, desde el comienzo al final, es todo sobre ti. No sobre las vestiduras que llevas puestas, sino de ti, el que está vistiendo esas vestiduras. Todo desde el principio al fin es tu verdadera autobiografía. Mucho de esto, todavía no has experimentado, pero todavía será tuyo para que lo re-experimentes, por lo tanto, verdaderamente una autobiografía. Por ahora quizás lo leas como una biografía, pero no pienses que es de otro; es todo sobre ti. La más delirante revelación se probará a sí misma como verdadera; un día la vas a experimentar. Todo es sobre ti. Cuando el niño fue traído y rápidamente llevado al cielo, tú tendrás esa experiencia. El niño desaparecerá de aquellos que intenten destruirlo. Y todos los poderes destructivos del mundo son engendrados por ti, todos en el estado del sueño, cuando el hombre estaba completamente dormido. Así que tú eres ese ser. Espero que esta noche hayas visto quién era Judas. No era algún ser que traicionó a quien el completo mundo cristiano cree ser el Señor. Nadie pudo haber traicionado a un hombre a menos que sepa el secreto de aquel hombre; y ninguna persona conoce el secreto del hombre más que el espíritu de ese hombre que está en él. Así que ¿Quién es Judas? La palabra Judas significa: “la alabanza a Jehová”. Judas es una alabanza. Pero el hombre piensa que el drama sucedió hace 2000 años. Está tomando lugar, todo aquí. Él dijo: “ningún hombre me quita la vida, la entrego yo mismo”. Si ningún hombre toma mi vida, entonces ¿de qué lo estás culpando? La entrego yo en cada vestidura que se mueve sobre la faz de la tierra. “A menos que muera, no podrán vivir. Pero si yo muero, me levantaré de nuevo, y vosotros conmigo.” (Blake, Jerusalén, Placa 96). Así que él se convirtió en el hombre para que el hombre pueda convertirse en Dios, y lo hizo voluntariamente. Tú puedes imaginar; bueno, eso es Cristo, ese es el poder de Dios. Y es personificado – aunque es un poder, porque tú eres una persona, entonces, es una persona. Cada acto malvado en el mundo, necesita a un hombre como representante, por lo tanto, es el hombre. Cada acto noble, necesita a un hombre como un representante, por lo tanto es el hombre. Como verán, todo está personificado. Por lo tanto las escrituras personifican los poderes. Si, así es; son poderes, son personificados.
Pregunta: ¿Cuál es el simbolismo de los dos ladrones en la cruz, en el momento de la crucifixión, uno a su izquierda y el otro a su derecha?
Neville: Ya hablaremos de eso en algún futuro cercano, desde esta plataforma. Pero respondemos que algunos claman que el hombre es constantemente robado, al mirar atrás, o al mirar hacia adelante. Él está tan preocupado sobre lo que hizo o lo que va a hacer, con lo que anteriormente se encontró, y lo que espera encontrarse, que omite el eterno presente el cual es: YO SOY. Cristo se define a sí mismo como: “YO SOY el camino, YO SOY la verdad, YO SOY la vida, YO SOY el pan celestial, YO SOY la verdadera vid, YO SOY la resurrección”; todos en el presente. Pero el hombre va para atrás, y piensa en él, como algo del pasado, y espera encontrarse con él en algún momento en el futuro… y está en el eterno presente. Él está solo en el presente, así que el hombre es robado por dos ladrones con los que camina durante todo el día, porque Cristo es crucificado aquí en el presente. Yo he sido crucificado; en Gálatas 2: 20, dice: “Yo soy crucificado con Cristo, y no soy yo quien vive, sino Cristo quien vive en mí” – él está presente, y su nombre es Jesús, y es: YO SOY. La palabra Jesús es Jehovah, y Jehovah es Yod He Vau He, y es definido como YO SOY. Así que, mi ladrón a mi izquierda, y mi ladrón a mi derecha… yo siempre estoy mirando hacia el pasado o el futuro, y omitiendo la única realidad que resucita, la cual es el presente. Y solo lo que YO SOY podrá alcanzar el cielo; solo lo que YO SOY, será lo que estoy extrayendo hacia afuera. Así que no esperes para asumir que: ‘yo soy lo que sería’, porque la razón lo niega. Ignora a la razón, ignora a los hechos de la vida, y atrévete a asumirlo, porque todas las cosas son posibles para YO SOY. Así que las dos cosas están con nosotros mañana, tarde y noche. Nos andamos preguntando… “Me pregunto si… ¿habré hecho la cosa indicada en aquella fiesta, anoche? ¿Habré dicho la cosa indicada? ¿Habré causado una buena impresión?”; eso es un ladrón. Y ahora, se me invita a una para mañana, entonces, “Me pregunto si… ¿me ataré la lengua? O ¿acaso tengo un bonito vestido?; ¿Tendré tiempo para ir a la peluquería?” y todas estas cosas; y nos preocupamos por mañana, cuando solo tenemos el hoy, es ahora, esto es el YO SOY.
Bueno, veo que se me ha acabado el tiempo. Así que realmente inténtenlo, y compartan con nosotros en forma escrita sus resultados.
Gracias.