Conferencia de Neville Goddard – Fecha: 04-03-1968
El tema de esta noche es “El Camino”. En el capítulo 14 del Libro de Juan leemos: “Yo soy el camino, la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí”. Y Felipe le dijo: “Muéstranos al Padre”. Entonces él dijo: “¿He estado tanto tiempo con vosotros y todavía no me conocéis, Felipe? El que me ha visto a mí ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: ‘Muéstranos al Padre’?” (Juan.14:6,8). Entonces él es el camino hacia ¿qué? En este pasaje específicamente hacia el Padre, pero él es el camino hacia todo en este mundo, permítanme decirles, bueno, malo o indiferente. Eso parece insensato si estás entrenado para creer que Dios es el creador solo de lo bueno, y algún otro ser que no sea Dios crea lo malo. Solo hay un Creador, sólo un Dios. “Yo mato y yo doy vida, yo hiero y yo sano” (Deut.32:39). No hay nada más que Dios y Dios es tu propia maravillosa Imaginación humana.
Ahora descubramos por qué actuamos como actuamos en este mundo. Volvamos a la escritura, al Salmo 82: “Dios ha tomado su lugar en el consejo divino; en medio de los dioses, él ejerce juicio” (Salmos 82:1). Ahora Dios habla: “Yo digo: ‘Sois dioses, hijos del Altísimo, todos vosotros; sin embargo, moriréis como hombres, y caeréis como un solo hombre, oh príncipes’” (versículo 6). Ahora piensas que esto sucedió en la eternidad y no está relacionado con nosotros. Está relacionado con nosotros, tú eres los dioses en el estado que ha caído. No porque hayas hecho algo mal; es por un propósito, un propósito creativo, para expandirnos más allá de lo que éramos antes de la caída. Y aquí, caímos en el límite de opacidad y contracción llamado hombre de carne y hueso. Independientemente del pigmento de la piel, independientemente de la nacionalidad, independientemente de cualquier origen racial, somos uno. La palabra traducida como Dios es la palabra hebrea Elohim. Es una palabra plural. Se traduce en este pasaje tanto Dios como dioses. Es una unidad compuesta; una hecha de otras. Una hecha de todas las demás.
Ahora, aquí estamos en este mundo en estados. El hombre rico, el hombre pobre, el hombre conocido, el hombre desconocido, el hombre sabio, el hombre tonto, todos estos son los dioses. Ya sea rico o pobre, conocido o desconocido, sabio o tonto, estos son solo estados (de conciencia) en los que hemos caído en nuestro sueño. Porque de hecho caímos en este mundo hecho de estados infinitos. Ahora hay una salida de cualquier estado hacia otro estado. Puedes meterte en un estado en un segundo, no toma tiempo; pero ¿permanecerás en este estado y lo ocuparás hasta que parezca natural? Porque mi hogar es simplemente ese estado al que más constantemente regreso. Eso constituye mi hogar.
Un estado… ¿cómo sabría cuál es mi estado? Bueno, ahora, déjame pensar en mis amigos. Déjalos verme como siempre me ven. Conocen mis limitaciones, mis debilidades, saben todas las cosas sobre mí, porque lo hemos discutido, que ahora deseo ser visto de manera diferente en el mundo, primero por mí mismo. Quiero trascender mis limitaciones, así que asumo que tengo… una mera suposición. Pero ¿funciona? Bueno, ahora déjame pensar en mis amigos. Déjame verlos en el ojo de mi mente. ¿Me ven como antes me veían o me están viendo como ahora estoy asumiendo que soy? Deberían verme como estoy asumiendo que soy ahora. Si me ven y simpatizan conmigo, porque son amigos y se regocijan conmigo, bueno, entonces, ¿puedo ahora ocupar tanto el estado que automáticamente regrese a él mucho antes de que haya algo en mi mundo que respalde esta afirmación? Mis sentidos, en este momento lo niegan, mi razón lo niega, pero a pesar de esta negación, ¿puedo creer tanto en Cristo? ¿Puedo creer que él es el camino hacia todo y él es mi propia maravillosa Imaginación humana? ¿Puedo creerlo?
Porque se nos dice: “Todo lo que deseáis, creed que lo habéis recibido, y lo conseguiréis” (Marcos 11:24). Estas son las palabras de Cristo, y a Cristo se le llama en las escrituras “el poder de Dios y la sabiduría de Dios” (1 Corintios 1:24). La escritura toma la sabiduría… escucha las palabras, el 8º de Proverbios: “Y el Señor me poseyó al principio de su camino; antes de sus obras de antaño, fui establecida desde la eternidad, antes de que la tierra fuera. Cuando él establecía los cimientos de la tierra, entonces yo estaba junto a él como un niño pequeño. Yo era diariamente su deleite, regocijándome siempre ante él. El que me encuentra halla vida; el que me pierde se daña a sí mismo; todos los que me odian aman la muerte” (Prov.8:22,30,35). Se le llama “el niño pequeño”. Aquí, la sabiduría es exaltada y personalizada como la compañera de Dios en la creación del mundo. Aquí, esto es escritura.
Bueno, ¿quién es este Cristo? Él es un niño pequeño, nos dicen, y Cristo está en el hombre. ¿No sabéis que Cristo está en vosotros? Prueba y ve si te estás aferrando a la fe. “¿No os dais cuenta de que Jesucristo está en vosotros?” (2 Corintios 13:5). Y él es el niño pequeño, quien es el compañero eterno de Dios en la creación del universo. Ahora, él contiene dentro de sí mismo, según enseña la escritura, y “me ha dado a conocer el propósito de su voluntad, que estableció en Cristo como un plan para la plenitud de los tiempos” (Efesios 1:9). Así que aquí, este niño contiene dentro de sí un plan, un patrón para la plenitud de los tiempos.
Ahora, en el mundo del César, que es este mundo, tú y yo, el Dios caído, descendimos con un propósito, podemos lograr cualquier objetivo en este mundo si sabemos quiénes somos y estamos dispuestos a probarlo. Dispuestos a atrevernos y aceptar el desafío de que puedo ser el hombre que sueño ser, atreviéndome a asumir, a pesar de que mis sentidos lo nieguen, que soy el hombre que quiero ser, y dormir en esta suposición como si fuera verdad. Como dijo el gran bardo: “Asume una virtud si no la tienes. Conténgase esta noche. Prestará una especie de facilidad a la próxima abstinencia, y la siguiente será aún más fácil”. Entonces, si lo hago, creyendo que es verdad, y se demuestra en la prueba, entonces ¿qué importa lo que la sabiduría del hombre me diga ahora? Porque esta es la sabiduría de Cristo. ¿Debo conocer a las “personas adecuadas”? Eso es lo que los hombres te dirán. ¿Debo tener la formación educativa adecuada? Eso es lo que los hombres me dirán. Y me darán todas las pequeñas razones del mundo basadas en lo que el hombre piensa. Y la sabiduría del hombre es necedad ante los ojos de Dios. Así que si me atrevo a asumir que soy lo que quiero ser y persisto en esa suposición hasta que parezca natural, entonces, cuando pienso en mis amigos, eso es lo que ellos ven en mí, lo que he asumido que soy, y actúo y vivo de esta manera como si fuera verdad, entonces, si el tiempo trae los resultados de mi suposición, ¿no he confirmado la sabiduría y la verdad de las palabras de Cristo?
Bueno ahora, eso es en este nivel. Esta noche, quiero llevarte al nivel de El Camino. No tienes idea de lo maravilloso que eres verdaderamente, porque eres el Dios que cayó: “Caeréis como un solo hombre, oh príncipes”. Juntos somos el Dios, el Señor, pero el Señor es la unidad compuesta, uno hecho de otros. Somos los dioses. Pero hay un camino por el cual volvemos a esa congregación divina, la congregación de Dios. Y solo hay un camino: “YO SOY el camino, la verdad, y la vida” (Juan 14:6). Aquí está el camino verdadero y viviente. Él no solo señala el camino, porque él es el patrón, él es El Camino. La unión con Cristo es el único camino hacia Dios Padre.
Bueno, ¿cómo tengo unión con Cristo? Él está en mí. Cuando comienza a surgir dentro de mí y comienza a desplegar su patrón, porque el patrón está en mí, comienza con la primera personalización de Cristo que es el niño pequeño. Todos tendrán esta experiencia. Aquí, en este mundo nacemos desde abajo y somos malvados. Que nadie te diga que no lo somos; la Biblia lo enseña. Escucha las palabras, el primer hijo de Abraham nacido de una esclava, Hagar, se llamaba Ismael. Esta es la profecía del Señor para Ismael: Sus descendientes serán más numerosos de lo que puedes contar. Hoy somos tres mil quinientos millones en el mundo. (N.T: En la actualidad más de 8 mil millones) Estiman que en un futuro no lejano habrá cinco mil millones de nosotros y llegarán a otros miles de millones de nosotros. Estos son los descendientes, estos cuerpos carnales, de Ismael.
Esto es lo que se dice acerca de Ismael: “Será hombre fiero; su mano será contra todos, y la mano de todos contra él” (Génesis 16:12). Y eso es el hombre individual. No hay un momento en el tiempo en el que no nos estemos matando entre nosotros. No solo en nuestros grandes conflictos en la guerra y las cámaras de gas donde ponemos a millones en ellas, sino en las calles, en todo el mundo nos matamos entre nosotros. Pero no solo en tal violencia, hay formas más sutiles de matar. En el campo económico… puedes tomar a toda una familia y aplastarlos, y luego todos mueren de hambre, a través de tu codicia individual para quitarle lo poco que necesita para alimentar a su pequeño rebaño y realmente ponerlo contra la pared económicamente. Ha estado ocurriendo desde el principio de los tiempos.
Así que hay múltiples formas de asesinato en este mundo. No terminó con el asesinato de Abel; es parte del hombre fiero con el que nacemos. Así que el hombre nace, realmente, como un ser malvado y requiere un nuevo ser. Los antiguos lo vieron claramente por revelación, a través de la completa abolición de la teoría experimental, y muchos de ellos creyeron lo que vieron y profetizaron acerca de Jesús. La profecía está toda en la escritura: La venida del Salvador. Ahora, él no viene como nos han enseñado a creer que vino. Él está en ti. Él es el patrón de salvación enterrado en el hombre. Y cuando él viene, experimentas todo lo que se dice de él. Serás llevado de vuelta por este único camino, por el camino de Cristo, de este mundo de pecado y muerte de regreso a la congregación divina, habiendo hecho el trabajo para el que fuiste enviado. Y todos volvemos al único Dios. Solo hay un cuerpo, un Espíritu, un Señor, un Dios y Padre de todos, y regresamos directamente a ese cuerpo y lo formamos, esta vez mejorado, porque no hay límite para la translucidez, no hay límite para la expansión. Solo hay un límite para la opacidad y la contracción y hemos alcanzado ese límite de contracción y opacidad. Ahora comenzaremos la expansión. Y el individuo se expande en nosotros, y el plan se desenvuelve en nosotros, y esa es la única manera por la cual regresamos a esa congregación divina.
No hay otro camino. Las dietas no lo harán. Conocer a las personas adecuadas no lo hará. Podrías meditar desde ahora hasta el fin de los tiempos, ir y sentarte esperando tu fin y, aún así no puedes hacerlo. Nada en el exterior lo va a hacer. Simplemente pones toda tu esperanza en esta gracia que viene a ti en la revelación de Cristo dentro de ti y luego todo se revela dentro de ti. Eres el mismo, a los ojos de los que te conocen, el mismo ser que eras antes, el mismo ser limitado. Y te miran asombrados de que te atrevas a afirmar que has experimentado a Cristo, porque su concepto de Cristo es tan falso. Su concepto es algo completamente falso. No tiene nada que ver con el Cristo de las escrituras.
Te daré un ejemplo. Hace tres años en Barbados, mi esposa y yo tuvimos una pequeña cena, una fiesta de… creo que éramos unos diez o doce. Mi hijo y su esposa, nosotros dos, y tuvimos dos ministros y sus esposas. Eran personas perfectamente encantadoras, estos ministros y sus esposas. Uno era episcopaliano de la iglesia alta, la Catedral de San Miguel, y el otro era metodista, el metodista más prominente de la isla. Estos dos son muy conocidos y tienen muchas conexiones. Bueno, llegamos a hablar sobre las escrituras. Le dije al episcopaliano que yo había experimentado toda la historia de Jesucristo y que no es una historia secular en absoluto, no tiene nada que ver con el mundo del César. Que mientras caminamos en este mundo, somos redimidos por el patrón que se desarrolla en nosotros, que Cristo es el hombre-patrón enterrado en el hombre, y el patrón se despliega, y tú eres él.
Así que llegué al punto de David. Y le dije que después del nacimiento del niño Cristo dentro de mí, un niño que sostuve en mis propias manos, y expresé mi sentimiento de ternura hacia el niño Cristo, que cinco meses después me encontré con el único hijo engendrado de Dios, y su nombre es David, David de las escrituras. “Te contaré el decreto del Señor: Me dijo: ‘Tú eres mi hijo; yo te he engendrado hoy’” (Sal. 2:7). Y luego, para ilustrarle, siendo episcopaliano, le dije que en el capítulo 22 de Mateo, el capítulo 20 de Lucas, leerás estas palabras. Él preguntó a los que le escuchaban: “¿Qué pensáis del Cristo? ¿De quién es hijo?” Ellos respondieron: “Del hijo de David.” Él dijo: “Entonces, ¿por qué en el Espíritu David lo llama ‘Señor’? Si David lo llama así, ¿cómo puede ser hijo de David?” (Mateo 22:42). Y le dije: “David, en el Espíritu, me llamaba Padre, y yo sabía que yo era su padre y él sabía que era mi hijo. Ambos conocíamos esta relación de padre-hijo. El ministro episcopaliano me dijo: ‘Él no lo llamó ‘Padre’, lo llamó ‘mi Señor’.” Le respondí: “Esa es una expresión que todo hijo en el mundo antiguo usaba para referirse a su padre o madre. Así que cuando las escrituras registran ‘mi Señor’, solo te están diciendo que es ‘mi padre’.”
Bueno, él no estaba de acuerdo con eso. Era una cena, una cena encantadora y no tenía deseos de avivar las brasas, por así decirlo. Pero aquí, en el capítulo 31, el versículo 35 del Libro del Génesis… Ahora el Génesis es la semilla, la semilla misma de toda la Biblia. Si no conoces el Génesis, no vas a conocer la Biblia. Es la semilla de los sesenta y seis libros enteros. Bueno, aquí hay una historia, si no estás familiarizado con ella: Jacob tiene dos mujeres, dos hermanas, Lea y Raquel. Pensaba que su suegro, Labán, ya no lo miraba con tanto favor como antes. Y así, sin decirle a su suegro lo que planeaba hacer, juntó apresuradamente todas sus posesiones, sus camellos, sus cabras, sus ovejas, su ganado, todas sus posesiones, y a sus dos mujeres, y se fue.
Cuando Labán se enteró de lo que había hecho su yerno, se puso en marcha para perseguirlo, y lo encontró y lo acusó de robar, de llevarse sus ídolos domésticos. Bueno, él registró a Jacob y su caravana y no pudo encontrarlos. Registró la habitación de Lea y no pudo encontrarlos. Entró en la habitación de Raquel y Jacob no sabía que Raquel había tomado estos ídolos domésticos. Así que ella los tomó y los puso en la albarda de un camello, y luego se sentó sobre la albarda. Así que cuando el padre entró, los buscó diligentemente y no pudo encontrarlos. Y ella le dijo a su padre… Ahora esto es una cita literal del versículo 35 del capítulo 31 del Génesis… “Y ella dijo a su padre: ‘No se enoje mi señor’”. “No se enoje mi señor” — ella está hablando con su padre — “No se enoje mi señor” — entonces dio razones por las que no podía levantarse — “porque no puedo levantarme ante ti”. Luego dio la razón, porque es así como son las mujeres, así es… “las maneras de las mujeres están sobre mí”. Bueno, eso es un eufemismo para ese pequeño momento en la vida de una mujer que llega cada mes… una forma muy suave de decirlo… “Porque las maneras de las mujeres están sobre mí”.
Lo mismo se dice solo que la palabra se traduce como “manera” cuando se trata de Sara. Yo, a los noventa años, podría tener un hijo cuando ya ha cesado conmigo después de la manera de las mujeres (Génesis 18:11). En otras palabras, ya no podía concebir. Pero ésta sí podía, porque era una mujer joven, Raquel, y simplemente está diciendo que este es ese momento del mes y por lo tanto “no puedo levantarme ante mi señor”. Así que está llamando a su padre “mi señor”. Si no entiendes esta semilla, te vas a perder toda la Biblia. Y él me dijo: “No, él lo llamó ‘mi señor’” y yo dije: “Bueno, eso significaba ‘mi padre’”. Y expliqué que los antiguos siempre llamaban al padre “mi señor”. Bueno, no pareció… porque no podía creer que David, a quien no se le enseña en su concepto del cristianismo que sea el Hijo de Dios, a pesar del hecho de que lo lee en el Salmo 2. Han sido enseñados durante tanto tiempo a creer que Jesucristo es el Hijo de Dios, sin saber que son uno. “Yo y mi Padre somos uno. El que me ve a mí, ve al Padre. ¿Cómo, entonces, puedes decir: ‘Muéstranos al Padre’?” Entonces el poder creativo de Dios no puede separarse de Dios, es Dios. La sabiduría de Dios no puede ser arrancada de Dios, es Dios.
Y así, ese es un patrón en el hombre para la redención del hombre. Así que somos los dioses. Si reflexionas sobre el hecho de que eres los dioses, todos, aunque nos matemos entre nosotros… pero el matarnos entre nosotros es simplemente una gran ilusión, porque los dioses no pueden morir. Parecen morir, pero no pueden morir. Como dijo la serpiente, él es llamado la criatura más sabia que Dios había hecho, un símbolo una vez más de Jesucristo: “¿Y Dios te dijo a ti que morirías? Sí. No morirás ciertamente. Pero el día que de ella comas, serás como los dioses, conociendo el bien y el mal” (Génesis 3:5, KJV. King James Version). Bueno, su profecía se cumplió, porque Dios dijo: “He aquí, el hombre ha llegado a ser como uno de nosotros, conociendo el bien y el mal” (versículo 22). Así que no mintió, no engañó, simplemente profetizó una verdad que se cumplió.
Pero toda la sabiduría del hombre en este mundo no es suficiente para redimir al hombre. Un patrón tuvo que ser contenido en el hombre para redimirlo, y no hay otro camino hacia Dios. Entonces, obtendrás estos argumentos, “Pero seguramente para los chinos, para los indios, para el fulano de tal, debe haber otro camino que no sea el camino que llamas el camino cristiano”. No. Hay indios cristianos, chinos cristianos, japoneses cristianos… están por todo el mundo. La base es el judaísmo y el judaísmo es la semilla. Es el fundamento; el cristianismo es su cumplimiento. No es al revés. Cristo viene a cumplir. Pero no vino de la manera que te enseñan, una mujer dando a luz a un niño. Hay una mujer, pero no esa mujer que da a luz desde abajo, esa es Hagar, y solo puede dar a luz hijos a la esclavitud. Pero esta es otra mujer, la mujer de arriba, llamada “Jerusalén de arriba” y ella lo lleva a la libertad.
Ahora, aquí hay una experiencia encantadora de una amiga que está aquí esta noche. Ella dijo: “Me encontré en un caballo, estoy montando. Y luego mi madre muere. Entonces, yo ocupo el lugar de mi madre. Y ese es el sueño”. ¿Puedo decirle, que es un gran avance… un gran salto adelante? El caballo es siempre el símbolo de la mente y tú el jinete para controlarlo. Debe haber alguien que controle la mente. Si mi mente no es controlada por mí, el jinete, entonces se vuelve loca. Así que estoy montando el caballo de mi propia mente. Ahora mi madre muere. Y fui nacido por una mujer; una mujer me dio a luz, esta vestimenta. Así que esa es mi madre, mi madre física en el mundo del César. Ahora mi madre muere y yo ocupo su lugar, porque debe haber un segundo nacimiento… debo ser el hombre nacido dos veces. Pero en el segundo, yo me daré a luz a mí mismo. Así que tengo que convertirme en la madre. Y así, mi segundo nacimiento ahora es donde me doy a luz a mí mismo. Así que ella se ha convertido en la mujer que ahora es capaz de darse a luz a sí misma. En ese simple pequeño sueño, un gran salto en la dirección correcta hacia el segundo nacimiento.
Y luego tenemos estas dos experiencias. Un caballero, tiene una experiencia muy humorística y sin embargo la más maravillosa experiencia, él me escribe: “Me quedé dormido simplemente deseando enseñar la Biblia. Así que imaginé que estaba enseñando la Biblia e instruyendo a un grupo. Y así, caí en un sueño desde mi ensoñación hasta un sueño real, y estoy enseñando la Biblia y explicándola y diciéndoles cómo interpretarla. Mientras hacía esto, de repente, veo esta luz y esta energía que viene de mi cabeza, una cabeza enorme. Mi cabeza parecía el doble de grande; mi cara parecía el doble de grande. Bueno, con toda esta energía… y levanté la mano y esta enorme energía y mis rodillas parecían irradiar energía… pensé, ‘Bueno, ahora simplemente haré algo al respecto’. Pensé que estaba despierto. Había estado durmiendo quizás durante una hora y media o dos horas. Pensé que estaba despierto.
“Así que me levanté de la cama, estoy en el tercer piso de mi apartamento, y bajé las escaleras, y pensé, ‘Iría a ver a Jan. Voy a volar. Tomaré esta energía y simplemente la usaré y volaré’. Así que cuando bajé las escaleras me dije a mí mismo, ‘Qué estúpido de mi parte, podría haber volado por la ventana desde el tercer piso’. Así que volví al tercer piso y despegué. Y allí estoy, volando… con mi propia energía, a unos diez o quince pies sobre el suelo. Y está oscuro, es temprano en la mañana, y estoy en camino a Jan. Me digo a mí mismo, ‘No estoy teniendo una buena vista desde quince pies, así que simplemente iré un poco más alto’ y aumenté la altitud y subí para tener una mejor vista. Luego pensé para mí mismo, ‘Ahora supongamos que un policía me dispara. Porque están viendo a este hombre volando por el espacio, podría dispararme de repente, o al menos intentarlo’. Así que me dije a mí mismo, ‘No puede, no puede verme’. Así que cuando llegué a casa de Jan, me dije a mí mismo, ‘No, su hija estará en casa ahora, y si molesto a su hija ella me va a regañar’.
“Así que pensé, ‘No, ahora iré a casa de Marge’. Y así volé a casa de Marge. Luego, cuando llegué a casa de Marge, dije, ‘Oh no, supongamos ahora en lugar de que Marge responda a la puerta, responde su esposo Ray. Eso sería terrible’. Así que volé de regreso a casa, volví a casa, volví a la cama y, de repente, extendí la mano y mi mano se fue a dieciocho pulgadas sobre mi cabeza… no podía sentir mi cabeza. Y luego, cuando pude sentir mi cabeza, toda esa extraña sensación desapareció, y una vez más soy normal y estoy de vuelta en la cama”. Pero, dijo, “Lo hice. Lo hice. Sé que hay algo en mí que es un poder, que es una sabiduría, que no es conocido por esta pequeña cosa que pongo a dormir todas las noches y despierto por la mañana. Hay algo en mí que ahora está revolviéndose y lo demostré, porque estuve totalmente consciente en todo lo que hice”.
Ahora otro caballero —está aquí esta noche— y él dijo: “Me encontré en una ciudad antigua y estaba allí con el propósito de enseñar a todos a volar. Y así, despegué, sin máquina, e hice el más hermoso salto de cisne, un descenso suave, suave después de despegar y bajé suavemente sobre mi vientre. Y en ese momento miré hacia arriba y aquí está mi Jan. Bueno, su Jan es muy querida para él y resulta que es su suegra. Allí está ella vestida con un hábito de monje y no tiene ni un día más de veinte años, perfectamente hermosa, vestida con un hábito de monje, mientras toma mi mano entre sus manos y me felicita en silencio por mi hazaña. Luego, de repente, cambió un poco, y aquí está mi hermano Paul a mi lado. Tengo en este mundo del César un hermano llamado Paul. Y en ese momento me desperté, pero estaba totalmente despierto en el hacer. Sabía que estaba soñando y sabía lo que estaba haciendo. Puedes llamarlo un sueño dentro de un sueño, pero sabía que estaba soñando, y sabía exactamente lo que estaba haciendo, y lo hice.
Así que aquí, estamos empezando a tomar conciencia de este poder dentro de nosotros y a usarlo de muchas maneras hasta que, finalmente, el patrón se desarrolla. Viene de repente; viene como un ladrón en la noche. Nadie sabe cuándo Cristo estallará dentro del hombre. Pero Cristo es el hombre patrón, no un hombre que caminó por la tierra hace 2,000 años. Cuando caímos como un solo hombre, el patrón vino con nosotros o ni siquiera podríamos respirar. Este es el poder dentro de nosotros, la sabiduría dentro de nosotros. Y la única escapatoria de este mundo de pecado y muerte es por el camino de Cristo, que es el hombre patrón. Así que vas a comenzar con el nacimiento de Cristo: serás nacido desde arriba. Y todo lo que se dice de él en las escrituras acerca de ese niño envuelto en pañales lo experimentarás. Y será tu experiencia. Es tu hijo, tu nacimiento, es decir, el signo de tu nacimiento.
Luego viene el descubrimiento de la paternidad de Dios y tú eres Dios el Padre, porque su Hijo te llama Padre. Ahora este es el gran misterio, ¿cómo puedes tú, individualizado como eres, cómo puede el hablante, individualizado como es, ser uno? Bueno, si tu hijo me llama Padre, y él es mi hijo, entonces ¿no somos uno? Porque, tu David no va a ser un David que no sea el David que me llamó Padre. Solo hay un David, y ese único David llamará a todos cuando se desarrolle dentro de él Padre. Y sabrás que eres su padre y sabrás las escrituras, y Dios es su padre. “Porque yo anunciaré el decreto del Señor: Él me dijo: ‘Tú eres mi hijo, yo te he engendrado hoy’” (Salmo 2:7). Bueno, si todo el vasto mundo de miles de millones de nosotros tiene esta experiencia donde el Hijo de Dios lo llama “Padre” y él lo sabe, no hay incertidumbre sobre esta relación, entonces, ¿no somos todos uno, un Padre, un cuerpo, un Espíritu, un Señor, un Dios y Padre de todos?
Y toma al Hijo para revelarlo. “Porque nadie ha visto jamás a Dios; pero el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él lo ha dado a conocer” (Juan 1:18). Entonces no puedes mirarme y ver al Padre; solo el Hijo puede decirme que soy el Padre. Y él me lo dice en una experiencia en primera persona y en tiempo presente. Así que puedes creerme o no creerme, eso es tu privilegio, pero sé que lo vas a tener y después de que lo tengas, sabrás la verdad de mis palabras. Sabrás que somos uno. Tú y yo somos realmente uno porque tenemos el mismo Hijo. Si somos el Padre del mismo Hijo, entonces somos un solo Padre.
Entonces nadie ha visto al Hijo, eso es lo que se nos dice. “Nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre, ni quién es el Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo elige revelarlo” (Mateo 11:27). Bueno, si nadie sabe quién es el Hijo excepto el Padre… ¿y vas a decirme que lo has visto por fuera? ¿Cómo lo vas a ver por fuera cuando solo el Padre lo conoce? No, nunca lo verás por fuera. Este drama se desarrolla dentro de ti. Es un drama divino. Es el drama de la salvación, cuando el Hijo se presenta ante ti y te llama, Padre.
Y así aquí, estos dos deben venir primero. Luego viene la división del templo, donde no tomas la sangre de otro, la sangre de una cabra, la sangre de cualquier otra cosa; tomas tu propia sangre. Y tú eres dividido de arriba abajo y en la base de tu columna vertebral hay luz líquida dorada. Es la sangre de Dios y tú eres Dios… porque te fue revelado, apenas cuatro meses antes, que eres el padre del único Hijo engendrado de Dios. Entonces, ¿quién está dividido ahora? Eres tú… y por lo tanto Dios está dividido, de arriba abajo. Y es la sangre de Dios, es tu sangre, y te fusionas con ella y subes como está profetizado en las escrituras, directamente hacia el templo de tu propio ser.
Y entonces, la paloma descenderá dos años y nueve meses después, y te inundará con afecto. ¿Quién es la paloma sino el símbolo del Espíritu Santo que desciende sobre ti, y entonces es un drama completado. A partir de entonces, tu trabajo aquí está terminado y solo permaneces para contarlo. Ya sea que lo escribas o lo cuentes a aquellos que lo escucharán atentamente. Tal vez lo escriban o tal vez continúen contándolo. Pero lo cuentas mientras permanezcas durante los días o años restantes. Luego, cuando partas esta vez, partes para siempre. Has ascendido al cielo, de regreso a esa congregación divina.
Entonces, Jesucristo no solo señala el camino, él es el camino. Y la unión con Cristo es el único camino hacia Dios el Padre y la unión es simplemente el desarrollo del patrón en ti. No puedes estar más cerca que eso… cuando el patrón se desarrolla en ti. No como algo externo, en la experiencia en primera persona y en tiempo presente. No le está sucediendo a él, me está sucediendo a mí. Y así, esa es la unión con Cristo, porque él es el patrón. Cristo es el hombre patrón. Todo se desarrolla dentro del individuo y entonces él sabe quién es Cristo. Luego sabe el evangelio, conoce las escrituras.
Entonces, aunque un hombre capaz, brillante e inteligente, como mi amigo en Barbados, que se detendría y está bloqueado por esa pequeña cosa, que dije que me llamó “Padre”. Dijo: “No, llamó a Cristo ‘mi Señor’” y no podía superar ese obstáculo, que los antiguos siempre llamaban al padre, “mi Señor”. Bueno, cronológicamente hablando, ¿David no es de la antigüedad? Si lo tomaste cronológicamente, se supone que vivió, lo cual no sucedió como lo entendemos, pero se supone que vivió en el 1,000 A.C. y aquí estamos en el 2,000 D.C. y aquí hay un hombre que solo tiene sesenta y tres años que afirma que uno que vivió en el 1,000 A.C., lo que son 3,000 años, es su hijo. Y te digo, él es mi hijo… más que mi hijo físico que me llama Padre. Él tiene cuarenta y cuatro años; pero ya no es más mi hijo. Me dicen su madre que lo engendré. Lo tomo por fe. Pero no tengo mujer en David; él no tiene madre. Lo engendré; él es mi hijo. No tiene madre a diferencia de mi hijo físico que tuvo una madre. Tengo que tener fe en que participé en esta creación de un cuerpo, pero eso tiene que ser puramente por fe.
Pero en este caso no hay incertidumbre cuando él se para ante ti y te llama Padre. Siempre has sido su padre y él siempre ha sido tu hijo. No hay otro creador en llevarme a esa relación de hijo a padre. Así que no hay madre. Y si lees las escrituras cuidadosamente, a pesar de que Rut le da una madre y en otras partes, como en Crónicas… pero Crónicas no es del todo completa como Samuel. Samuel es el libro que cuenta la historia de David. Y el más erudito de todas las críticas bíblicas, que es The Encyclopedia Bíblica, afirma abiertamente que no tiene madre por tradición. Pero las iglesias han insertado a lo largo de las escrituras, a pesar de la advertencia “No añadas a las palabras de este libro”, y han agregado versículo tras versículo simplemente para fortalecer las tradiciones de los hombres. Pero estas no son las revelaciones de Dios según lo registrado por los antiguos.
Entonces, cuando lo encontramos, salen nuevas ediciones y eliminamos todo lo que se ha insertado que no estaba en los manuscritos originales. Encontrarás muchas cosas insertadas… y esa es una en la que le dieron… para darle razón en el mundo, porque ¿cómo puedes tener un hombre si no tiene madre? Entonces, para darle un tratamiento secular, pusieron a una madre en la imagen y él no tiene madre. Léelo cuidadosamente, y encontrarás en el Libro de Samuel que no tiene ninguna. También encontrarás en el Salmo 2, “Yo declararé el decreto del Señor: “- no habló de ninguna madre – “Tú eres mi hijo, hoy te he engendrado” (versículo 7). Y aquí él es el ungido del Señor.
Así que la única manera de llegar a Dios es la unión con Cristo. No hay otra forma. Y si somos tres mil quinientos millones en el mundo, y mañana cinco mil millones, y tal vez eventualmente diez mil millones, no importa. Eso es el cumplimiento de la profecía: “Te daré descendencia más numerosa de lo que puedas contar”. Eso se dijo a Ismael y nosotros somos Ismael, el asno salvaje, cuya mano está contra todo hombre, y la mano de todo hombre está contra él. La persona más amable del mundo, presiónala lo suficiente y amenaza a alguien que ama, y descubrirás que no es tan gentil como pensabas que era. Reaccionará, como reaccionaría un animal, si se le presiona lo suficiente. Amenaza al que ama, un hijo, su esposa o su marido, y si realmente es un afecto profundo, morirán en el intento de proteger lo que aman. Bueno, eso es lo que se habla de Ismael: “Su mano contra todo hombre y la mano de todo hombre contra él” (Génesis 16:16).
Y la guerra económica es tan grande, de hecho, más que la guerra militar. Cuando las personas se empobrecen debido a la codicia de otros, no sufre una sola persona sino que muchos sufren. En primer lugar, están avergonzados de estar sumidos en la extrema pobreza. Y así, para… otro eufemismo, en lugar de llamar pobre a un hombre, no, está desfavorecido. Así que tomamos todas estas palabras y vestimos estas afirmaciones tan duras, donde si las usamos diremos exactamente lo que el hombre es, él es pobre. No tiene nada. No, está desfavorecido. Bueno, una persona podría estar desfavorecida y aún así no ser pobre. Pero, no, ya no dirían que un hombre es pobre, simplemente está desfavorecido.
Te lo digo, el conflicto está en marcha. Todo fue previsto: “Moriréis como hombres y caeréis como un solo hombre, oh príncipes”… así fue previsto. No porque tú y yo hayamos hecho algo malo… porque este es el plan de Dios y acordamos en conjunto caer en estos estados, y luego salir de estos estados habiéndolos experimentado. Y así, “No considero un gran estado… ni el justo ni el malvado está en un estado supremo, sino ser cada uno de ellos estados del sueño en el que el alma puede caer en sus sueños mortales de bien y mal” (Blake, Visión del Juicio Final). Cuando cae en estos estados, cae en algo que es encantador o desencantador. Y aquellos que se encuentran en un estado cómodo, piensan que lo han ganado por algún pasado. No, no han ganado nada; son solo estados.
Hoy, el dinero… mi padre siempre tenía una frase, “El dinero no le importa a quién lo posea”. Y así, que nadie te diga que porque un hombre es rico, o ella es rica, que son de alguna manera superiores. Si la mayoría de ellos que tienen montones de dinero retrocedieran solo una generación o así, no querrían escribir sobre eso. No su origen. Pero presumirán sobre el fruto del árbol, pero no sobre cómo llegó a existir el árbol. Y así, que nadie se jacte de eso porque puedes ser lo que quieras ser si conoces esta ley. Son todos estados. ¿Cómo me sentiría si fuera cierto? Bueno entonces, trata de sentir lo que sentiría si fuera cierto. Y luego busca en mi mente la confirmación de esa suposición y ve a mis amigos felicitándome, ve a mis amigos empatizando conmigo. Todos realmente están tan felices conmigo que sé que ven lo que estoy viendo. Ahora hagamos de este modo de pensar un hábito. Y así, cuando me acueste, siente el estado. Cuando me levante mañana, a pesar de todo lo que lo niegue, siente el estado. El estado sentido al que regreso constantemente se convierte en mi hogar, y luego ese hogar se objetiva y cristaliza en mi mundo.
Pero nunca olvides la visión. Mantén la visión divina en tiempos de problemas. La visión divina es la historia de Jesucristo. Él es el patrón. Entonces, no importa lo que te suceda, siempre mantén la visión divina en tiempos de problemas. Lo has visto en palabras y algún día lo experimentarás. Lo has escuchado… te he contado exactamente lo que me sucedió. Y no estoy solo… en esta audiencia hay otros y muchos otros están al borde de ello. Permíteme decirte, estoy emocionado más allá de la medida… emocionado más allá de la medida. ¡Estoy esperando ansiosamente que alguien en cualquier momento, o muchos, me digan, me llamen, me escriban, “Tuve el nacimiento”! Porque sé que al final de eso, solo nueve meses, y luego las tres mayores habrán terminado. Y entonces ¿qué? ¿Dos años y nueve meses, qué es eso? ¿Qué es eso para completar la espera de los cuarenta y dos meses de revelación, o el tiempo, tiempos y medio tiempo, o los mil doscientos sesenta días? Esta es la medida entre el nacimiento y su completitud cuando desciende la paloma.
Así que no puedo darte nada comparable a esto. Si esta noche heredaras por medio de la ley un millón de dólares, mil millones de dólares, ¿cómo podría compararse con la partida del mundo en el que has caído y volver enriquecido? ¡Porque nadie regresa pobre! Todos regresan enriquecidos porque somos los dioses. Vinimos por un propósito. Todos los que regresan por el camino de Cristo, y no hay otro camino que no sea el camino de Cristo, vuelven directamente al único cuerpo, el único Espíritu, el único Señor, el único Dios y Padre de todos. Y están regocijándose en el cielo porque ¡uno ha regresado! Y están subiendo uno tras otro.
Así que lo tendrás y le dirás a otros que los animen a aferrarse a la visión y mantener la fe hasta el final. Y luego todos eventualmente regresarán. Cuando todas estas máscaras sean retiradas, la máscara blanca, la máscara rosa, la máscara amarilla, la máscara negra, todas son quitadas, nunca fuimos las máscaras que llevábamos. Éramos los dioses que éramos antes de la caída, y seguimos siendo los dioses que éramos, solo mejorados por la experiencia de la caída. Porque bajamos a la muerte y conquistamos la muerte… morimos como hombres sí… y aún así vencimos la muerte.
Ahora, entremos en el Silencio.
No necesitas la ayuda de ningún ser en este mundo. El poder dentro de ti puede hacerlo todo… es Cristo. Supón el concepto más noble de ti mismo, que eres honrado en este mundo. Es algo agradable ser honrado. No entre los hombres, que te ponen pequeñas cosas, pero te sientes honrado, te sientes dignificado. No importa a dónde vayas, te sientes bienvenido, no hay puertas cerradas. Independientemente de las limitaciones actuales, no hay puertas cerradas. Te sientes así y caminas así, y permíteme decirte, las puertas se abrirán. Todas están abiertas. Sin resentimientos, sin batallas que librar. Sabes quién eres: Eres Dios. No vas a salir a la calle y gritar “Soy Dios”, pero lo sabes. Y eso es mucho más grande que hablar e intentar persuadir a otros de que lo eres y ellos no lo son. Porque no hay nadie que no sea Dios. Cada niño nacido de mujer es ese que desciende de la sociedad divina, todos. Y ese, de una manera y solo una manera, va a regresar después de que su viaje haya terminado.
Ahora, ¿hay alguna pregunta, por favor?
P: No entiendo entonces por qué cuando un niño nace aquí en este mundo material a veces a los dos, tres o cuatro años se va.
R: ¿Escuchaste la pregunta? No puedo entender, dijo el caballero, por qué hay niños que nacen a la edad, bueno, al nacer a veces, a veces dos, tres, cuatro y luego se van de este mundo. Señor, partir de este mundo no es muerte. Es una lección para aquellos que quedan atrás. El individuo que parte de este mundo se encuentra instantáneamente restaurado en un cuerpo igual que antes, pero nuevo, inexplicablemente nuevo, en un mundo igual que este, un mundo terrestre, y está en un entorno mejor adaptado para el trabajo que debe hacerse en él. Ese trabajo es el desarrollo de este hombre patrón. Y su entrada allí podría ser la lección más fantástica para el padre.
Aquí en la ciudad de Nueva York tengo una pareja de amigos queridos. Se conocieron en una reunión en una cita a ciegas. Ella tenía lo justo para ir a París y él estaba en París en ese momento. Ella dijo: “Neville, parece una locura. Todo lo que tengo es para una escapada rápida, de una semana, y yo tengo que vivir en un lugar muy modesto, pero he deseado tanto ir a París. No conozco a nadie allí. ¿Crees que estoy siendo algo tonta?” Yo le dije: “No. Por mi parte, haz lo que tu corazón desee”. Así que compró su boleto de ida y vuelta a París. La segunda noche que estuvo allí tuvo una cita a ciegas y conoció al hombre. Él ya se había casado cinco veces, y sin tener descendencia, y ya se había divorciado cinco veces. Era fabulosamente rico… un tipo muy agradable, muchos años mayor que ella. Ella era una joven, una chica hermosa, una modelo allí, y tenía treinta años y él era un hombre mayor… no por sus estándares de como se sentía, él siempre se consideró veinteañero y todavía lo hace a sus setenta y siete años.
Pero fueron bendecidos con un niño, el pequeño Larry, y luego dos años después bendecidos con un segundo, y lo nombraron como yo, Neville. Bueno, el pequeño Larry murió hace dos semanas, el sábado pasado en Londres. Estaba en la universidad, en su primer año de universidad, y recibieron un cable diciendo que había tenido un accidente automovilístico fatal. Ahora él tiene todo el dinero del mundo. Planeó todo para Larry. Ahora esta es una lección para Joseph y Louise. La aprenderán… que el dinero no lo es todo. Trataron de amortiguarlo contra todo en este mundo estableciendo fondos fiduciarios, esto, aquello y lo otro. Ahora es una lección para Joseph aprender a la edad de setenta y siete… porque no pueden traerlo de vuelta. Pero Larry está vivo; Larry no está muerto. Larry ha vuelto a la vida. No está destrozado como estaba en esta muerte repentina en este accidente automovilístico… no le falta nada. Tiene su juventud restaurada, una juventud hermosa, tal como era cuando estuvo aquí a los diecisiete años. Era un tipo inusualmente guapo, un poco más alto que yo y daba muestras de crecer aún más alto que eso y era un encanto perfecto. Bueno, se ha ido. No necesita su cojín de dólares y centavos. Pero ellos necesitaban la lección de la pérdida. Y así, claman, como lo tenemos en las escrituras: “¡Oh Absalón, hijo mío, hijo mío! Ojalá hubiera muerto en lugar de ti” (2 Samuel 18:33). Así que tuvo que aprender una lección en la muerte de su hijo. Y así, encontraremos al final que la misericordia, la misericordia infinita, lo hizo todo, misericordia infinita. No parece correcto, pero te digo que Dios es infinitamente misericordioso… y nosotros somos los dioses. No lo pensarías cuando ves la inhumanidad de un hombre hacia otro. Pero él sigue siendo infinitamente misericordioso.
Te digo que eres los dioses mencionados en el Salmo 82. Los eruditos afirman que es el salmo más difícil de los 150. Y que las ideas, dijo este gran erudito, Thomas Cheney, que fue el editor en jefe de The Encyclopedia Bíblica, y fue considerado el mayor erudito en hebreo de su tiempo. Tomó estos antiguos manuscritos y él era el editor a cargo. El volumen es grueso. Hoy, afortunadamente, todos han salido en cuatro volúmenes… cada uno, aunque, sigue siendo grueso y grande. Y se considera el más erudito de la crítica bíblica superior. Dijo: “Las ideas en este salmo podrían haber sido perennes, pero sus significados se han perdido desde hace mucho tiempo. No entendemos el significado, porque no puede concebir que “Dios y dioses”, y luego Dios le está diciendo a los dioses que “Sois hijos del Altísimo; sin embargo, moriréis como hombres, y caeréis como un solo hombre, príncipes” (Salmo 82:6). Luego viene la caída de un hombre que contiene a todos los hombres; y luego el regreso a esa bienaventuranza divina pero más allá del sueño más salvaje de cualquier cosa conocida aquí… porque ¡no puedes concebir lo que has excluido al venir aquí! Todos sufrimos de amnesia total. Y luego, cuando regreses, regresarás a la gloria que era tuya antes de que el mundo fuera, pero traerás de vuelta la gloria de la experiencia de conquistar la muerte. Porque los dioses no pueden morir. Así que tienen que entrar en un estado en el que mueren como hombres. Y aún así no pueden morir, por lo tanto, vencen a la muerte.
Entonces el poder creativo de Dios se incrementa debido a que todos nosotros regresamos trayendo nuestro talento que hemos ejercido y aumentado. Bajamos con nuestro talento, volvemos con el talento multiplicado, y el poder de Dios se incrementa tanto. Y todos seremos un solo Dios. Solo hay un Dios: “Escucha, oh Israel, el Señor nuestro Dios el Señor es uno”. No hay confesión de fe más grande que esa. En el momento en que comienzas a tener otros dioses… poner a cualquier hombre como una persona importante estás haciendo otro dios. Y no lo hagas. “Escucha, oh Israel, el Señor nuestro Dios el Señor es uno”. No hay otro. Esa es nuestra gran confesión: el Shema.
Ahora el tiempo se ha acabado… hasta el viernes. Gracias.