Capítulo 9 – Una Mirada mística

“Con muchas parábolas como éstas les hablaba la palabra, según podían oírla; y sin parábolas no les hablaba, sino que lo explicaba todo en privado a sus propios discípulos.” Marcos 4: 33, 34.

Esta colección de parábolas que es llamada la Biblia es una revelación de la Verdad expresada en simbolismo para revelar las Leyes y propósitos de la mente del hombre. A medida que nos hacemos conscientes de significados más profundos en las parábolas, que aquellos que usualmente se les asigna, los estamos entendiendo místicamente.

Por ejemplo, tomemos una mirada mística del consejo que se les dio a los discípulos en Mateo 10: 10. Leemos que los discípulos estaban listos para enseñar y practicar las grandes leyes de la mente que les han sido reveladas, y se les dijo que no trajeran zapatos para el viaje. Un discípulo es aquel que disciplina su mente para que funcione y actué conscientemente en niveles altos y más altos de conciencia. El zapato fue elegido como símbolo de una redención indirecta del espíritu de: “deja-que-lo-haga-por-ti”, porque el zapato protege al que lo lleva puesto y lo escuda de las impurezas al hacerse cargo de ellas, él mismo. El objetivo del discípulo es siempre encaminarse a él mismo y a otros para pasar, de la esclavitud de la dependencia, a la libertad de los Hijos de Dios. Por ende el consejo, no traigan zapatos. No aceptes a ningún intermediario entre tú y Dios. Aléjate de todos los que ofrezcan hacer por ti, lo que tú deberías hacer, y que podrías hacer muchísimo mejor tú mismo.

“La tierra está saturada con Los Cielos, y cada arbusto común está en llamas con Dios, pero solo aquel que ve, se quita los zapatos.”

Elizabeth Barrett Browning.

“En verdad os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos hermanos míos, aun a los más pequeños, a mí lo hicisteis.” – Mateo 25: 40.

Cada vez que ejercitas tu imaginación en representación de otro, ya sea bueno, malo, o indiferente, tú has hecho eso literalmente a Cristo, porque Cristo es la Imaginación Humana despierta. A través

del uso sabio y amoroso de la imaginación, el hombre viste y alimenta a Cristo, y a través del mal uso ignorante y miedoso de la imaginación, el hombre desnuda y azota a Cristo.

“Y ninguno de vosotros imagine maldad en sus corazones contra su prójimo”… Zacarías 8: 17, es un consejo seguro pero negativo. Un hombre podrá dejar de mal usar su imaginación por el consejo de un amigo; podrá ser servido negativamente por la experiencia de otros y aprender a no imaginar, pero eso no es suficiente. Tal falta de uso del poder creativo de la imaginación jamás podrá vestir y alimentar a Cristo. La túnica púrpura del Hijo de Dios es tejida, no al imaginar maldad, sino al imaginar el bien; por el uso activo, voluntario y amoroso de la imaginación.

…“todo lo que es de buena reputación; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.” Filipenses 4: 8.

“El rey Salomón se ha hecho un carruaje de madera del Líbano. Hizo sus columnas de plata,

su respaldo de oro,
y su asiento de púrpura,
su interior tapizado con amor…”

Cantares 3: 9, 10.

Lo primero que notamos es “el rey Salomón se ha hecho”. Eso es lo que cada hombre debe hacer eventualmente – hacerse un carruaje de madera del Líbano. Por carruaje, el escritor de esta alegoría quiso decir Mente, en donde se para el espíritu de Sabiduría – Salomón – controlando las cuatro funciones de la Mente para así poder construir un mundo de Amor y Verdad.

“Y José preparó su carruaje y fue al encuentro de su padre Israel.” (Génesis 46: 29);

“¿Qué tributarios le siguen a Roma, engalanado con los lazos de su cautiverio las ruedas de su carro?” (Shakespeare – “Julio Cesar.”)

Si el hombre no se hace a sí mismo un carruaje de madera del Líbano, entonces él será como la Reina Mab (de Romeo y Julieta): “Ella es partera de las hadas;… su carruaje es una cáscara vacía de avellana.”

La madera del Líbano era un símbolo místico de incorruptibilidad. Para un místico, es obvio qué es lo que el Rey Salomón se hizo para sí. La plata representa el conocimiento, el oro simboliza la sabiduría, y el púrpura – viste y cubre la Mente incorruptible, con el rojo del Amor, y el azul de La Verdad.

“Y lo vistieron con púrpura.” Marcos 15: 17.

Encarna la incorruptible sabiduría cuádruple, vestida en púrpura – Amor y Verdad –; el propósito de la experiencia del hombre en la tierra.

“El Amor es la piedra Filosofal; Separa oro y lodo; De la nada hace alguna cosa, Y me transforma en Dios.” – Angelus Silesius.

Fin