Los eventos de crucifixión y resurrección están tan entretejidos que deben ser explicados juntos porque uno determina al otro. Este misterio es simbolizado en la tierra en los rituales de Viernes Santo y la Pascua. Tú habrás observado que esos días no son fijos sino que cambian de año a año.
Estos caen en cualquier día desde la última semana de Marzo a la última semana de Abril. El día se lo determina de la siguiente manera: El primer domingo luego de la luna llena en Aries es celebrado como la Pascua. Aries comienza el día 21 de Marzo y marca el comienzo de la primavera (en el hemisferio norte). Esta fecha móvil debería indicarle al observador que busque alguna interpretación, además de la que ya le dieron.
Visto desde la tierra, el sol en su pasaje norteño aparece en la estación anual de primavera para cruzar la línea imaginaria que el hombre llama el ecuador. Así que se dijo, por el místico, que es cruzado o crucificado para que el hombre pueda vivir. Ellos notaron que justo después de que este evento sucede, toda la naturaleza comienza a elevarse o resucitarse a sí misma de su largo sueño de invierno, por lo tanto ellos concluyeron que este disturbio de la naturaleza en esta estación del año era causa directa de este cruce. Por lo tanto ellos creían que el Hijo debe haber derramado su sangre en el pasaje (Pascua en judío se dice Pésaj). Si estas fechas marcan la muerte y la resurrección de Jesús, estarían fijas como todos los otros eventos históricos, pero este no es el caso. Sin embargo estas fechas sí simbolizan la muerte y resurrección del Señor, pero este Señor es tu conciencia de Ser. Fue escrito que él dio Su vida para que tú puedas vivir – “YO SOY, he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.”
La Primavera es el momento en el año en que millones de semillas, que durante todo el invierno yacieron enterradas en el suelo, de repente brotan hacia la visibilidad para que el hombre pueda vivir, y dado a que el drama místico de la crucifixión y resurrección está en la naturaleza de este cambio anual, es celebrado en esta estación primaveral del año, pero en realidad está tomando lugar en cada momento en el tiempo. El ser que es crucificado es nuestra Conciencia de Ser. La cruz es tu concepto de ti mismo. La resurrección es la elevación hacia la visibilidad de este concepto de ti mismo. Lejos de ser un día de lamento, el Viernes Santo debería ser un día de regocijo, porque no puede haber una resurrección sin una crucifixión. La cosa que debe ser resucitada en tu caso, es aquello que tú deseas ser. Para hacer esto, tú debes sentirte a ti mismo siendo la cosa deseada. Tú debes sentir: YO SOY eso, porque YO SOY la resurrección y la vida. Sí, YO SOY (Tu Conciencia de Ser) es el poder resucitando y dándole vida a aquello que tú eres consciente de Ser.
Si dos se ponen de acuerdo en tocar cualquier cosa, YO lo estableceré en la Tierra. Los dos que se ponen de acuerdo son Tú (tu conciencia) y la cosa deseada (aquello que has decidido ser, al hacerte consciente de eso). Cuando este acuerdo es obtenido, la crucifixión está completa. Dos se han cruzado o crucificado entre ellos. YO SOY y Eso (la cosa deseada) se han unido. YO SOY ahora clavado sobre la forma de eso.
El clavo que te une a ti en la cruz es el clavo de La Sensación, del Sentimiento. El matrimonio místico es ahora consumado y el resultado será el nacimiento de un niño, o la resurrección de un hijo dando testimonio de su Padre.
La Conciencia es casada con aquello que es consciente de Ser. El mundo de expresión es el niño confirmando esta unión. El día que tú dejas de ser consciente de ser aquello que ahora eres consciente de ser, aquel día tu niño o expresión morirá y volverá al seno de su padre: la Conciencia sin rostro ni forma. Todas las expresiones son los resultados de tales matrimonios místicos. Así que los sacerdotes tienen razón cuando dicen: todos los verdaderos matrimonios son hechos en el Cielo, y solo pueden ser disueltos en el Cielo. Pero déjame que clarifique esta afirmación al decir que el Cielo no es un lugar, sino que es – un estado de Conciencia.
El Reino de los Cielos está dentro de ti. En el Cielo (la conciencia) Dios es tocado por aquello que él es consciente de ser. “¿Quién me ha tocado? Porque YO he notado que poder ha salido de mi”. En el momento en que este tocar (sentir) toma lugar, sucede un ‘retoñar’ o un ‘salir-de-mi’ hacia la visibilidad.
El día en que el hombre sienta YO SOY libre, YO SOY rico, YO SOY fuerte, Dios (YO SOY) es tocado por estas cualidades o virtudes, y los resultados de tal tacto serán vistos en el nacimiento o resurrección de las cualidades sentidas. Porque el hombre debe tener confirmación visible de todo lo que él es consciente de Ser. Ahora sabrás por qué el hombre o manifestación es siempre hecho en la imagen de Dios.
Tu Conciencia genera imágenes y expresiones físicas de todo lo que tú estás consciente de Ser. “YO SOY el Señor, y además de mí ningún otro Dios hay”. “¡YO SOY la resurrección y la vida!”.